Capítulo 5: El Té de las Cinco

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Alba

Ya pasó una semana desde que lo dejé solo, aunque no completamente, estuve todo el tiempo observandolo, por si acaso, no podía permitir que le pase algo a mi patrocinado.
Ahora que ya está asegurado que entró a la academia, voy a aprovechar para terminar todo el papeleo sobre la cacería y los registros.
Pero antes, es momento de cumplir mi promesa y aprovechar el momento para relajarme un poco, así que me duché, y me puse una ropa cómoda para ir a visitar a Loth. Encontré en el armario un jean, una remera holgada blanca con la leyenda "Demon rules" en negro, me até el pelo con una colita y me dirigí hacia la puerta. Al llegar estaba parado esperándome Maximus, nuestro mayordomo desde que tengo memoria.
-"Buen día, señorita Alba. ¿Hacia dónde se dirige? " dijo inclinándose en reverencia con uno de sus brazos al frente
-"Buen día, Maximus. Voy a tomar té con Loth, ya habíamos arreglado" dije despreocupada
-"Entendido, que se divierta entonces. ¿Llamo a Charles?" dijo muy servicial
-"No será necesario, voy con Choco" dije saliendo por la puerta y me dirigí hacia el establo, ubicado en el lateral del patio delantero de la residencia. Ahí estaba mi bella Chocolate, la yegua que es mi compañera desde que era muy chica, por eso le nombré así, porque lo más oscuro que conocía en ese momento era el chocolate y ella es tan oscura como uno amargo. La acaricié un poco, le di algo de comer, la monté y salimos.
-"Que bueno que vivimos cerca" pensé 

Las residencias de las doce familias se encuentran ubicadas contiguas una a la otra, formando un círculo enorme, en el centro del cual se encuentra el palacio demoníaco, el cual está rodeado por grandes extensiones de pasto, campos de flores y todo tipo de bellas plantas. Lo único que conecta todas las residencias entre sí y con el palacio, son doce camino que conectan cada residencia con el palacio y un decimotercer camino circular que conecta todos los anteriores. Las ubicaciones de cada residencia fueron decisivas al momento de recibir las piedras, ya que si colocaras un reloj sobre todo este extenso terreno, por ejemplo, la casa Dier Shoux se encontraría bajo el número 2. Por lo tanto, para dirigirme a la casa Asbaraeth tengo que ir hacia el número 8 del reloj, exactamente en el lado opuesto del reloj, pero con Choco yendo por el camino circular no tardo más de 15 minutos. 
-"Realmente odio la norma de no movernos dentro de estos terrenos usando nuestros poderes" dije suspirando
-"Pero bueno, al menos así también paso algo de tiempo con vos, hermosa" dije acariciándole el lomo suavemente mientras cabalgaba. 

Luego de unos minutos cabalgando, ya avisté la residencia Asbaraeth y en la entrada de la residencia se encontraba Letonia, la hermana menor de Loth, quién al verme esbozó una gran sonrisa y comenzó a agitar su brazo en alto. Al llegar, bajé de Choco, y ella no tardó en acercarse a mí,
-"Hola Alba, venís a ver a mi hermano, ¿no?" dijo con una mirada de complicidad. 
La pequeña Letonia estaba tan elegante como siempre, usaba un vestido largo de corte imperio de color amarillo que combinaba con el amarillo de sus ojos y sus cabellos rubios largos totalmente sueltos.
-"Hola Letonia, sí, así es, vengo a tomar el té con tu hermano" dije con tono contrario a su mirada
-"Está bien, igual no me molestaría que fueras mi cuñada, sólo decía" dijo con un brillo en sus ojos
-"Esperá sentada, eso no va a pasar" dije riendo, dirigiéndome hacia la residencia y Letonia venía a mi lado. Entramos a la casa y me acompañó hasta la puerta de la habitación de Loth,
-"No hagan nada raro, ¿sí?" dijo guiñando un ojo y comenzando a correr para no recibir respuesta.
-"Que no, Letonia" dije suspirando. Dicho eso, golpeé la puerta, pero no hubo respuesta, entonces golpeé con más fuerza hasta que,
-"Ya voy Alba, esperá un poco" dijo mientras abría la puerta con el pelo mojado, el torso desnudo y sólo una toalla encima.
-"¡¿Qué se supone que estás haciendo?!" grité mientras lo empujaba dentro de la habitación
-"Me estaba bañando, pero tu impaciencia es más notoria" dijo resignado
-"Sentate a la mesa, al lado de la ventana, ya vuelvo" dijo volviéndose a meter en el baño
Me senté y comencé a mirar por la ventana, esta cacería realmente es diferente, el hecho que finalmente haya venido a tomar un té con Loth lo prueba, hace varios años que no nos juntamos meramente a charlar, como los amigos que somos.

AnawondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora