Así fue como comenzó todo, una operación en mi ojo que resulto haber sido un total éxito y eso a todos nos alegraba inmensamente. Ya había vuelto a casa la herida de la cirugía había cicatrizado después de haber ido a la cita donde me dieron otra fecha que sería la última. Casi había perdido un semestre completo de clases. Para ese año cursaba el segundo grado y creo que debido a las circunstancias había faltado ya demasiado.
Realmente extrañaba tanto estar con mis hermanas. Debido a lo de mi ojo no compartía lo suficiente con ellas ya que andaba de cita en cita por mi bien. Pero ya eso se había acabado solo una cita más y mi vida volvería a ser normal. Bueno... Eso pensaba yo.
Después de todos los problemas debido a mi caso en el ojo, a mi madre le seguían los dolores de cabeza. Y eso era algo raro ya que mi mama no era persona de enfermarse por tanto tiempo. Pero bueno. Todos pensamos que era un simple virus y que al día siguiente ella estaría como nueva.
Ya mama había estado en varios doctores que le recetaron pastillas para controlar los dolores de cabeza y ella seguía sus instrucciones al pie de la letra pero nunca hubo una mejoría en ella y eso era algo que a todos nos preocupaba.
Hasta un día... Mi mama fue a hacerse unos exámenes que le había recomendado un doctor para descartar algunas posibilidades que le podrían haber causado el dolor de cabeza, pero para la sorpresa de ella no era un virus lo que le había causado ese constante dolor de cabeza. Fue algo mucho más grave...
...Cáncer en el cerebro.
Algo maligno. Algo irreversible. Algo sin cura.
Fue un golpe que nos impactó a todos de una forma increíble. Solo tendríamos que esperar que la quimioterapia funcionara, si es que lo hacía. Falte a mi ultima cita de el ojo ya que no era necesario, yo estaba completamente bien. Pero sin duda sabia que mi madre no lo estaba y que necesitaba los mejores profesionales. Pero que mejor doctor por excelencia que Dios, el que había estado conmigo en la cirugía y el que estará con mi mama en cada paso, en cada cita y en cada operación. Eso era algo que tenía muy claro y mi fe en él era algo que nadie podría quitarme.
El tiempo fue pasando y mama se volvía más débil. Debido a las quimioterapias. El pelo se le caía poco a poco pero los cambios se notaban. Se había vuelto más delgada, los ojos más cansados y la sonrisa menos constante. Una enfermera siempre estaba en casa por si la necesitábamos. Solo era precaución.
Mi mama había estado quedándose en casa de mi abuela solo porque allí estarían más pendiente de ella. Un día mi mama comenzó a convulsionar de forma incontrolable mi abuela se quedó helada, no sabía que debía hacer. Llamaron al 911 inmediatamente y en aproximadamente 5 minutos llegaron a casa pero antes de eso nos dieron instrucciones de voltearle la cabeza hacia un lado. Así que esperamos que llegara la ambulancia.
Para mis hermanas y para mí todo era muy fuerte considerando que yo era la más pequeña de las tres. Lo que toda mi familia vivía sin duda no era nada agradable pero fue lo que el destino nos tenía guardado y eso nadie puede cambiarlo.
Tras la larga noche que fue el día en que mi mama convulsiono por primera vez los doctores llegaron a la conclusión de que tenían que operarla. Mi familia inmediatamente estuvo de acuerdo, todo sea por el bien de ella y por qué pronto vuelva a casa con las personas que la queremos.
Realmente no recuerdo muy bien todo el proceso pero sé que todos los momentos fueron duros y fueron cosas que me marcaron de por vida. Fueron golpes que me ayudaron a ser fuerte pero siempre confiando en Dios.
Mi madre entro a sala de operaciones allí estuvo varias horas. Hasta que mis parientes pudieron verla, yo no ya que era muy pequeña. Me mostraron una foto, recuerdo que tenía unas gazas en la cabeza que parecía una diadema que la hacía ver muy hermosa, tenía una sonrisa inigualable, algo así como si hubiera ganado una batalla que con tanto esmero lucho... y ella llevaba un pijama en colores pálidos y comía vegetales en la camilla del hospital.
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Páginas De Vida ©
RandomElla era feliz y su vida tranquila, hasta que un dia todo se derrumba, vive en un constante oceano de profundidades sin saber nadar, no sabe si esta viva pues hace mucho tiempo que dejo de sentir. Los dias pasan culminando en unos eternos puntos sus...