—J-Jungkookie, despierta— el pequeño peligris decía con pucheritos, se sentía muy mal desde que despertó.
—Hyungie, despierte— su cabecita dolía y se sentía muy mal. Probablemente se enfermaría pronto.
Sus ojitos empezaron a llenarse de lágrimas mientras meneaba el cuerpo de su noviecito.
—Jungkook— dijo entre suaves sollozos, mientras miraba como el contrario empezaba a despertar.
Jungkook frotó su cara con sus manos mientras fruncía su ceño y se volteaba para ver a su menor.
—Mi dulce bebé, ¿Qué ocurre mi amor?— preguntó alarmado y aturdido de ver al pequeño llorar.
—M-Me duele mi cabecita, y me s-siento mal— susurró mientras de sus orbes cafés salían lágrimas.
—No llores mi dulce osito, ven aquí— lo tomo entre sus brazos mientras tocaba su frente, asustandose al ver que tenía fiebre.
—Hum, cariño tienes fiebre, ¿te duele mucho tu cabecita?— el menor asintió mientras tomaba la camisa del mayor con sus manitos y hacía puñitos con estás.
—M-Me siento muy mal— susurró mientras hacía otro pucherito.
Jungkook le miró preocupado y se separo de él, para ir a buscar las pastillas que siempre compraban por cualquier tipo de emergencia.
De paso aprovecho para así hacerle un rico desayuno a su osito lindo, cuando todo estuvo listo, llevo todo en una bandeja hacía la habitación.
—Bien bebé, tienes que comer todo tu desayuno para tomarte tus pastillas, ¿si cielo?— el menor negó.
—No voy a tomar pastillas, no me gustan— se quejó, frunciendo adorablemente su ceño.
Jungkook suspiró, mientras miraba a su tierno novio comer tranquilamente, pensando en mil y una formas de meterle la pastilla en la boca.
Se dedicó a verle comer mientras le besaba las mejillitas y acariciaba su cabello.
Cuando el menor termino de comer, Jungkook llevó todo hacía la cocina nuevamente para dejar ahí los trastes sucios.
Llevó consigo las pastillas y un vaso de agua.
Cuando entró a la habitación, vió a su pequeño sentado con las sábanas encima, como un pequeño rollito entre la gruesa sábana.
—Mi amor, debes tomarte esto— el pelinegro extendió su mano con el vaso de agua a su menor, quien soltó un pequeño gruñido y frunció su ceño viendose demasiado adorable.
—No hyungie, no quiero tomar pastillas, ya me siento mucho mejor— intento dar una sonrisa pero un estornudo salió de su boquita.
Se tapo rápidamente la cara y soltó de nuevo un estornudo, sonando como un pequeño gatito resfriado.
—Mi pequeño gatito, debes tomarlas— el menor negó mientras buscaba con su mirada su pequeño peluche de leoncito, cuando lo encontró sonrió en grande y lo tomo en sus brazos abrazandolo.
—El señor leoncito tampoco quiere que las tome— dice con ojitos tiernos.
Jungkook asiente y se sienta a su lado, mientras lo atrae y empieza a besar sus labios, lentamente y con mucho amor.
—E-Espera Kookie, te enfermaras— el menor pone sus manitos en su pecho y Jungkook niega lentamente.
—No importa mi bebé— vuelve a besarlo mientras disfruta el dulce sabor de los labios de su bebé.
Cuando Taehyung abre su boca para darle paso a su lengua, Jungkook aprovecha esto y mete la pequeña pastilla, tendiéndole el vaso de agua.
Taehyung al sentir el feo sabor no le queda más de otra que tragarse la pastilla.
—Ugh te odio— empieza a llorar de nuevo y se tira en la cama con las sábanas cubriendo sus pequeños piesitos y su cabecita que le sigue doliendo y más con el llanto.
Jungkook sabe que su bebé se pone demasiado sensible cada vez que se enferma, así que sólo puede acostarse a su lado y susurrarle cositas bonitas.
—¿Sábes? Tengo al tigresito más lindo conmigo, es un poco berrinchudo y consentido, pero aún así lo amo demasiado, quiero que este bien y protegerlo siempre del mundo, que nadie lo mire mal y mucho menos lo juzgue o lo lastime.
Acaricia su espalda mientras siente el llanto de su pequeño bebé deternerse.
Le quita las sábanas de encima y el pequeño se da vuelta, mientras abraza a su pequeño y lindo leoncito como él.
Jungkook le llena de besitos la carita y limpia sus lágrimas, para luego besarle lento los labios.
—Te amo Kookie hyung— susurra sobre sus labios, su voz sonando congestionada por el resfriado.
—Pues yo te amo mucho más mi pequeño bebé, dame más besitos, que si me enfermo tu me cuidas— el pequeño ríe y asiente, dándole muchos besitos a su mayor.
Jungkook se sentía demasiado feliz de tener a su dulce bebé.
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Nota: 11/09/2022
Me veo obligada a tener que poner en las advertencias del os que tiene muchos diminutivos, ya que anteriormente me comentaban mucho que los diminutivos les estresaban.
Gente si les fastidia solo dejen de leer y salgan de la historia, es sofocante que a cada segundo lo hagan y no dejen de leerlo, comentando lo mismo una y otra vez.
