✩ Más allá de las estrellas ✩ [Jardín de Meteoros]

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MÁS ALLÁ DE LAS ESTRELLAS
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La risa no es un mal comienzo para la amistad. Y está lejos de ser un mal final.
───✬ Oscar Wilde

     Al día siguiente decidí ir a la escuela con algo casual, una falda negra con un gran moño en frente y una blusa de corte cuadrado color crema, sus mangas caen como volantes, lo acompañe de unos hermosos aretes de oro redondos, mis tacones blancos favoritos y mi usual perfume.

Al ser la única que tenía clase a las 7 de la mañana en la Universidad, tuve que llegar súper temprano para no perderme ninguna clase. Cerca de mediodía me reuní con los chicos para comer y luego decidieron acompañarme a mi salón de clases puesto que ellos tenían hora libre.

—Ese es mi salón— dije al caminar por uno de los pasillos de la escuela.

—No te escuchas muy segura— molesto Ximen.

—Muy gracioso— golpee su costado empezando a subir las escaleras al segundo piso.

—¡Cuidado!— escuche y antes de darme cuenta escuche un bufido al lado mío, vi a mi derecha sólo para encontrarme a un Ah Si con la cara embarrada de pastel.

Mordí mi labio inferior tratando de guardar mi risa, si Ah Si no se viera tan molesto, estaría riéndome a montones, pero si lo hiciera, su enojo aumentaría; por lo que, decidí dar unos pasos hacia atrás hasta chocar mi espalda con el torso de Ximen, el cual tomo mis hombros con sus manos.

Eso hizo que mis vellos se erizarán y me separará al instante de él, me miro con una interrogante en su cara a lo que sólo me encogí de hombros.

Que extraño.

—Si una disculpa alcanzará, ¿para qué necesitamos policías?— escuché la voz de Ah Si enojado.

—Ah Si, te ayudare a limpiarte— Li Zhen bajo las escaleras y acerco su mano a su cara a lo que Ah Si la golpeo y la lanzó al suelo.

—¡Largo!— me moví para intervenir, pero la mano de Lei me detuvo, negó con la cabeza, solté un suspiro y seguí escuchando.

—¡Oye! ¡Ven aquí!— Shancai alcanzo a Ah Si que estaba subiendo las escaleras. —No fue su intención. Te pidió disculpas. ¿O no? ¿Por qué eres tan malo?

Sonreí a Leí antes de soltarme de su agarre para acercarme a Li Zhen. —Hey, ¿estás bien?— pregunte sin hincarme, aunque quisiera no podría con esta falda y estos tacones. Le tendí mi mano ayudándola a pararse, verificando que no estuviera herida. —No pareces estar herida, pero si tienes dolor ve a la enfermería y tomate un analgésico.

—Xīng— escuche a Lei. —Vámonos.

Llegue hasta el y me tomo de la mano, cuando ya estábamos apartados ninguno de los chicos estaba a la vista, de seguro estaban tratando de calmar a Ah Si. Llegamos los dos a lo que es mi salón y Lei empezó a quitarse su abrigo.