X. Un giorno (quasi) felice

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All the world is a stage

And everyone has their part 

But how was I to know which way the story'd go?

How was I to know you'd break

(You'd break, you'd break, you'd break)

You'd break my heart?

Take a bow - Madonna







Fugo nunca le había puesto demasiada atención a su cabello, realmente. Solía usarlo salvaje sin esforzarse mucho en conseguir el peinado que siempre lo caracterizó y que era su sello. Puso unas pinzas horquilla escondidas, para controlar un poco el mechón que cubría su ojo y dejar ver un tanto más su cara.

A su lado, frente al tocador, se encontraba Giorno sonriéndole a su propio reflejo. Cuando Fugo conoció a Giorno siendo pequeño, el chico llevaba un corte de hongo que conservó por años, pero en primer año de secundaria, decidió dejarlo crecer sin parar y presumía una melena larga y rubia. Él mismo se la trenzaba mañana y noche, y en casa llevaba el cabello suelto o recogido en una cola simple, pero este era un día especial, así que se hizo una trenza diferente, que partía en un costado de su cabeza y terminaba en el otro. Giorno lo llamaba "trenza francesa" y Fugo no tenía idea de que había distintos estilos ni que su amigo era tan entendido en ellos. El cabello de más adelante no estaba trenzado, y Giorno lo había enrollado en unos tubos para hacer sus rizos.

El rubio se dio cuenta de que Fugo lo estaba mirando, y entonces le sonrió.

—¿Estás nervioso?

—Un poco...

—Es sólo caminar hasta el escenario, ir con la profesora cuando te nombre, sostener tu diploma, allí estarán mi papá y mi abuelo contigo, flash, foto, y listo

—Es que pienso que me voy a caer o algo así

—No llames a la desgracia, Mista siempre dice eso— Giorno sonrió. La verdad era que estaba ocultando sus propios nervios también, bajo una fachada de positividad y emoción. No era una farsa que estuviera emocionado, pero gran parte de esa agitación era por ansiedad.

—Tiene razón. Oye, ¿crees que Nara logre dominar ese pelo que tiene?

Fugo volvió su vista al espejo, acomodándose el pelo una vez más. Giorno se rió, y antes de que pudiera responderle, Bruno se asomó por la puerta a preguntarles si estaban listos. Se veía acelerado y afanoso, pero impecable, habiendo cambiado su habitual ropa blanca por un traje negro metalizado y accesorios plateados. Llevaba el cabello imperturbablemente liso, sin ningún cabello fuera de lugar, como siempre, pero al mirar sus pies con pantuflas, el look serio se venía abajo y volvía esa cara sencilla y relajada de Buccellati que no muchas personas conocían.

—No quiero apurarlos, aún falta para que salgamos, pero te aviso que Leone ya llegó, Giorno

—Tan apurado siempre...— Giorno rodó los ojos y cogió un encrespador de pestañas que había en el cajón. —No te preocupes Fugo— le dijo, mientras utilizaba el aparato, al peliblanco le causaba algo de terror ver como Giorno se torcía las pestañas con celeridad y sin ningún cuidado. —Puedes bajar si es que ya estás listo, y si es que quieres también, yo estoy casi listo... me falta... eso, sí, sacarme estos tubos

Giorno sacó delicadamente unos tubos de su cabello y sus rizos quedaron formados y firmes sobre su frente. Se puso fijador en spray y su look estuvo terminado. Una última mirada en el espejo y ambos bajaron a acompañar a los demás.

Dove andranno i giorni e noi {MisGio | BruAbba | FugoNara}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora