Ahora el gemelo nos saludaba a mi y a mi mejor amigo cada que nos veía.
Era un lado positivo de que gustara de mi amiga.
Pero sabes, ella no sentía lo mismo por él.
Por ese maravilloso chico que tenía sentimientos tan lindos hacia ella.
¿Me enojé?
Sí.
Porque ella tenía una oportunidad que yo hubiese querido antes y estaba tirándola a la basura.
Pero como sea, me hace feliz que por lo menos se sabe mi nombre.