Capítulo diez

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―¡Papi Mew! ¡Papi Mew! ¡Gulf está durmiendo en tu cama!

Un enorme dolor abrumó a Mew cuando su pequeño hijo aterrizó sobre sus huevos, lo hizo enroscarse, gruñendo. Mierda. ―Uhn.

―Oh, jo-... ―Gulf lo interrumpió a mitad de la maldición, pasándole una almohada donde Mew enterró la cabeza.

―Lo sé, campeón. Estábamos muy cansados. Buenos días. ―Abrazó a su hijo, diciéndose a sí mismo que no debía perder la compostura. Ambos eran adultos, no estaban haciendo nada malo.

Gulf se destapó y asomó su cabeza por encima de los cobertores. Le sonrió a Rain. ―Hola, Rain. ¿Dormiste bien? ―La mano de Gulf acariciaba el muslo de Mew bajo las sábanas.

―Si, ¡Hice pipí yo solito en mi orinal!

―¡Excelente! ―Mew sonrió―. ¿Panqueques o huevos con bacón esta mañana?

―¡Amena!
―¿Avena? ¿Papi puede pedir huevos?

––¿No te gusta la avena, Mew? ―Gulf lo miró seriamente y luego bostezó.

―No. ―Le guiñó un ojo. La odiaba. Odiaba esa cosa―. ¿Necesitas dormir un poco más? Puedo preparar el desayuno, ya que Pearl sigue-

Un llanto agudo llenó el aire.

―No importa.

Gulf se rio. ―Ve a preparar el desayuno, Rain puede ayudarte y me haré cargo de Pearl.

―Está bien. ―Le sonrió a Gulf, levantando a Rain―. Esto sí que son unos 'Buenos Días'.

Hizo volar a su dulce niño alrededor de la habitación antes de ponerse su bata. ―¿Quieres manzanas, duraznos o pasas en tu avena?

―¡Plátanos y pasas, papi!

―Mmm, eso suena bien. Quiero eso, también. ―Era obvio que Gulf estaba esperando que se llevara a Rain para levantarse. Lo que probablemente era lo mejor.

―De acuerdo. ―Salió tratando de no ver hacia atrás para observar el cuerpo de su nuevo amante.

Un par de minutos después, Gulf bajó con Pearl, ya había empezado a preparar la avena, mientras Rain colocaba, con cuidado, los cuencos para Gulf y él en la mesa.

―¡Ella tiene hambre! ―Gulf la mecía pero claramente ella no estaba feliz.

―Su biberón está en la encimera. ¿Quieres huevos?

―Soy fácil. Huevos o avena. ―La mirada de Gulf se detuvo en él.

―Te pondré avena. ―Después de todo, Rain ya había puesto un cuenco para Gulf―. Me prepararé unas tostadas. ―En realidad sólo necesitaba café.

―Como desees, jefe. ―Gulf le sonrió.

Asintió, cortando los plátanos, mientras escuchaba el show de la mañana, encontró las pasas y el azúcar moreno. Gulf alimentaba a Pearl y entretenía a Rain, lanzándole calientes miradas de vez en cuando. Eso hizo que preparar la avena fuera más difícil, pero pudo manejarlo.

―¿Tienes que trabajar hoy, papi Mew?
―No, hijo. Tengo los lunes libres. Ayer fue domingo. 

―¡Siii! ―Rain agitó los brazos al aire.
Gulf sonrió ante el entusiasmo de Rain.

––¡Siii! ―Mew también agitó sus brazos y meneó su trasero.

Gulf se rio y Pearl también se rio en sus brazos. Joder, era una mañana estupenda, la mejor que podía recordar en mucho tiempo.

Mew, Gulf y yo - MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora