Ya era casi medio día cuando Alba había logrado salir de la cama de Nat. Estaba arreglándose en el baño, después de también haber hecho el amor en la ducha, y se miraba en el espejo sin creerse aún la noche que había pasado. Nunca se imaginó que podría disfrutar tanto de una persona como disfrutó de Natalia.
Había probado toda su piel, sus labios, inclusive aquel líquido que emanaba de ella, que nunca se imagino que tuviera ese extraordinario sabor. Quién la viera y quien la ve. Aquel pequeño ángel de cabello negro le había dado un giro de 360 grados a su vida, y al contrario del pasado no le asustaba este cambio. No, al contrario, deseaba que siguiera cambiado de a poco su vida
Tomó una de las remeras de Natalia que estaban sobre el toallero, se la puso por encima para cubrirse hasta la punta de sus nalgas. Sonrió al pensar el efecto que tendría este atuendo en Natalia, quien seguramente estaría esperándola para ir a por más.
Salió del cuarto con una sonrisa de oreja a oreja buscando a su chica, pero se topó con un cuarto y una cama vacía. En ese momento oyó el sonido de una radio encenderse en el piso de abajo, y el olor de unos deliciosos panqueques se apoderó de su nariz.
Casi como una nena bajo corriendo las escaleras, esperando a hacer una gran entrada y cautiva a su chica con su look, pero la que quedó cautivará y con la boca abierta fue ella al entrar a la cocina y encontrarse con tan sensual escena.
Ahí frente a ella, preparando el desayuno se encontraba Natalia...Pero esta tenía algo especial, bueno, en realidad lo especial era que no tenía nada, excepto un pequeño delantal.
Natalia estaba completamente desnuda bajo aquel fino delantal y movía sus nalgas al ritmo de la música.
Alba tragó en seco al ver aquel monumento moverse de forma tan sensual. Era perfecta, era totalmente perfecta...Su trasero al descubierto, sus pechos casi saliéndose a través del delantal. Sin duda esa era una de las escenas más eróticas que iba a ver en su vida.
¿Se imaginan lo que es encontrarse a Natalia Lacunza haciéndote el desayuno completamente desnuda? Me muero.
-Mmm...¿Te vas a quedar ahí todo el día o...?- dijo Nat sin dejar de hacer lo que estaba haciendo antes de que esta bajara.
Alba ni siquiera reaccionaba, estaba estática. Natalia sonrió de medio lado sabiendo el efecto que había causado en Alba, le encantaba sentirse deseada por ella. Se volteó con una mirada pícara y le sonrió.
-¿Qué pasa, Amor? ¿Te quedaste muda?- dijo con un tono seductor- ¿O es que te gusta el desayuno que te estoy preparando?-
-Creo que me gusta más quien prepara ese desayuno...Natalia...Estas...- tartamudeaba de lo excitada que estaba ¿Quién no?
-Desnuda- completó con descaro- Sí, ¿Tienes algún problema?- susurró.
-No, yo no. Él que lo va a tener es mi corazón- confesó Alba y Natalia rió bajito, dejando lo que estaba preparando encima de la mesada y caminando hacia ella.
Enredó sus manos sobre el cuello de la Reche y la miró directamente a los ojos.
-¿Te gané?- susurró casi contra sus labios.
-¿Qué?- confundida y Nat la señalo de arriba a bajo.
-Me querías provocar con ese atuendo y yo...Te gané. ¿O me equívoco?- en su cara se dibujo una sonrisa triunfante.
Una risa casi inmediata salió de la boca de Alba. No se podía creer lo especial que era Natalia. El tipo de persona que siempre te sorprendía, cuando más crees conocerla más te sorprende.
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Be my summer / Albalia
FanfictionHay momentos en que los problemas entran en nuestras vidas y no podemos hacer nada para evitarlos. Pero están ahí por una razón. Solo cuando los hemos superado entenderemos por qué estaban allí. Dos chicas, un verano y mucho amor. Será este verano...