Todos hablan a mi alrededor, sé que hablan de mí, no son cosas buenas, lo sé, pero fingir que no era así lo hace mucho más llevadero. Estoy parada en una pequeña plataforma de 15 centímetros, para que todas las mujeres me puedan ver y opinar de mí, estamos escogiendo vestidos, para mi vida de casada o boda, lo que mí esposo vea conveniente primero.Me siento como en una exhibición, es como si yo fuese una obra de arte difícil de comprender, me gustaría pensar que solamente están aquí para apoyarme, pero yo sé que no es así, puedo sentir sus miradas, escuchar sus comentarios.
¿En serio la eligió a ella?
Teniendo a alguien tan bella como mi hija, ¿Escogió a Tabitah?
Pobre hombre, debió escogerla por lástima.
A puesto a que no va a dar ni a luz a un solo hijo o hija, en un cuerpo tan...delgado, casi deforme, no va a caber un bebé.
Mires por donde mires notarás que no es alguien del nivel de él.
Yo estaba consciente de mí fealdad, en sí yo era alguien muy común, se podría decir que era algo "bonita" de una forma muy, pero muy abstracta, tal vez lo que menos les gustaba era mi flacucha figura, sé que siempre he sido delgadísima, pero eso siempre jugaba en mi contra, ya que mí rostro de pan no concordaba con mi cuerpo. También odio mis hombros anchos, mis labios gordos, mis mejillas hundidas, mi cuello largo, mis piernas delgadas, mis codos puntiagudos, mis dedos largos, mi cabello de color opaco pero sobre todas las cosas detesto mis ojos, sin color, sin vida, solo grises, de un aburrido gris, a veces se ven azules por la luz, pero es un azul apagado, casi trasparente.
Estiró mis brazos, dejando que mi madre me coloque un vestido sobre el pecho, era de color azul, mi madre tomaba un vestido tras otro y lo colocaba en mi, proyectando cómo se vería en mi cuerpo, luego los arrojaba lejos al no ver uno que me favoreciera en algún futuro.
Las Maestras solían decirnos que no debíamos ser vanidosas, debíamos rescatarnos y enfocarnos en nuestros maridos, pero también era lógico que no se debía descuidar la apariencia, eso los satisfacía.Noto que mi madre se esta enojando, su entrecejo fruncido la delata, se está impacientando.
— Si te soy sincera, hija, saliste muy desgraciada, mírate: eres tan delgada como un palo, con esos cachetes, ¡Mírate! Tú rostro no es proporcional a tú cuerpo — bajé la mirada avergonzada, ella tenía razón soy horrible — ¡Y ni hablar de tus...curvas! ¡Es que no tienes! Pecho plano, caderas estrechas y nada de trasero, cariño, pareces una nadadora, "nada por aquí, nada por allá" — cierto, cierto, cierto, muy cierto, tenía suerte de que Bastián me quisiera aunque solo fuese un poco, soy tan fea, tan horrible y espantosa.
— Al menos tiene lindos ojos.
Miré a una de las Esposas y le agradecí por ayudar, Reachel siempre me hacía sentir mejor, bien, querida y menos inconforme con mi apariencia.
— ¿De qué hablas? ¡No tienen color! Y no solo eso, mirá alrededor de sus ojos, esos anillos ¡Son negros como el carbón! ¡Y su cabello! ¡Todo reseco y sin brillo! ¿Y qué color es? ¿Tierra pasión?
— Yo veo sus ojos grises, un gris oscuro.
— Gracias, Reachel, pero nadie pidió tú opinión — mi madre miró como las esposas la miraban, rápidamente supo que debía ser más cuidadosa —. Como sea, vas a ayunar durante una semana y después no vas a parar de comer, hasta que al menos te crezca un poco el trasero.
— O el vientre — dijo Reachel desafiando a mi madre —. Vamos, matar a tú hija de hambre no cambiará nada, todo lo contrario, la pondrá peor de lo que ya está, además...
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¡Corre, Conejo, Corre!
Mystery / ThrillerLa Ciudadela Libre, Villanelle, es una ciudad tranquila y pacífica, dónde sus habitantes cumplen un rol importante dado desde su nacimiento, allí reside Tabitah, quien al igual que todas las jóvenes de su comunidad ha crecido siguiendo cada ley, nor...