♥| Online

1.5K 205 67
                                    

Haber pasado la mayor parte de tu vida en el extranjero te hacía tener cierta desconfianza hacia las personas que recién conocías, así que mientras esperaba paciente a que les permitieran salir del avión y al fin tocar tierra, se dijo así mismo alejarse lo más pronto posible de la señora que tenía al lado.

Así que, diez minutos más tarde se encontraba corriendo por el aeropuerto buscando entre lo poco que podía ver entre tanta gente la cara que veía todos los sábados atraves de las infinitas videollamadas, su primo Min YoonGi era de pocas palabras —y muy perezoso para caminar más de dos cuadras— pero aún así se había ofrecido a recogerlo al aeropuerto.

Llegó a la salida y ahí estaba, con cara de pocos amigos y con la concentración pegada a su teléfono. Tomó su maleta de viaje entre sus manos y avanzó rápido hasta el mayor.

—YoonGi hyung —exclamó y de inmediato la mirada oscura del otro lo reconoció.

—Al fin llegas —fue lo primero que dijo y él sonrió sin poder evitarlo, era la primera vez que se veían en persona. Al parecer YoonGi tenía sus mismos pensamientos puesto que luego de guardar su celular en su bolsillo lo abrazó fuertemente.

Y apesar de que el mayor era de menor estatura, Jungkook se sintió pequeño entre sus brazos.

—Es bueno verte —agregó el mayor y luego de dar una palmada amistosa a la espalda del otro, se dirigieron hacía el auto del mayor caminó a casa de éste.

Los padres de Jungkook habían regresado una semana antes que él, debido a que el menor tenía asuntos que atender y sus padres no refutaron contra ello puesto que gracias a su hijo habían logrado volver a Corea.

Jungkook admitía sentirse bien cuando logró darle por la cara a todos los que se burlaban de su obsesión con los videojuegos, incluso sus padres habían amenazado con mandarlo a un internado para que dejara ese pasatiempo que según su madre era 'quema neuronas', así que luego de volverse casi un profesional terminó ganando medio millón en un concurso de grandes ligas y al final había logrado cumplir el sueño de sus padres de volver a su país natal.

La llegada a la casa de sus tíos fue muy emocional, su tía Min había empezado a lagrimear debido a que la última vez que lo había tenido entre sus brazos apenas y rozaba su primer año. Fueron momentos difíciles para su familia, cuando la economía era tan mala que debían emigrar hacia otro país en busca de mejores ingresos.

—Y mañana es tu cumpleaños —festejó su tía— te prepararé un rico pastel.

Jungkook sonrió agradecido y luego se disculpó para irse hacia la habitación que le había sido delegada.

—Si necesitas algo estoy aquí al lado —comentó su primo mientras se recargaba en la puerta con sus manos escondidas en sus bolsillos.

—Esta bien.

El mayor asintió y cuando estuvo apunto de darse la vuelta e irse, Jungkook recordó algo importante.

—Hyung.

—¿Si?.

—¿Podrías llevarme al parque mañana?.

—¿En tu cumpleaños? —Jungkook asintió y el mayor pareció pensarlo un momento para al final sólo resoplar—esta bien.

Al quedarse solo, el pelinegro resopló para si mismo, estaba tentado a dormir de inmediato pero las maletas llenas de ropa se lo impedían, así que luego de refunfuñar infantilmente decidió ponerse a trabajar.

[♥]

Cuando la mañana llegó, Jungkook fue recibido por el cántico desafinado de sus familiares, había estado tan aturdido que del susto casi hace que su padre tirará el pastel que traía en manos, limpió la baba en su comisura y trató de tapar su desnudez, sus padres parecían haber olvidado de su costumbre de dormir tal y como vino al mundo, aunque no podía echarles toda la culpa, después de todo para eso existían los seguros en las puertas, así que fue su mera culpa por ser olvidadizo.

I'm Jeon ; KookV/국뷔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora