Gente nueva en el Palacio

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El bello omega se subio al carruaje con ayuda de algunos de sus criados, con una sonrisa pues la madre de Yoongi le otorgó el permiso correspondiente

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El bello omega se subio al carruaje con ayuda de algunos de sus criados, con una sonrisa pues la madre de Yoongi le otorgó el permiso correspondiente

Unos pocos metros atrás iban dos guardias, quiénes eran los encargados de cuidarlo, especialmente porque al estar tan cerca del parto, cualquier emoción lo suficientemente fuerte podría hacerlo entrar en labor de parto obligatorio. Y si algo le pasaba, estaban seguros de que ellos serían los responsables

Los minutos pasaban y Jimin lo unico que hacia era jugar con sus dedos y acariciar su vientre de vez en cuando; hasta que finalmente el carruaje se detuvo

—Señor ya llegamos —informó uno de los guardias, tendiendole la mano para ayudarlo a bajar

Por su parte, el omega inalo profundamente y comenzó a caminar, sabia que nadie lo reconocería pues era norma que mientras caminase por las calles de algún pueblo o ciudad nadie tendría que reconocerlo. Sin embargo, lo único que delataba que era de un estatus alto, eran los guardias que caminaban tras suyo

A un comienzo fue extraño, porque todas las personas se alejaban un poco dejandole el camino libre para que pase. Pero, con el pasar de los minutos se acostumbró

A su paso pudo observar muchas cosas que no le gustaban, pues si bien habían muchos niños corriendo de un lado a otro, mientras jugaban. También, habia un cierto porcentaje de gente que pedia limosna, sin embargo, no a muchos parecia importarles

El omega se detuvo cuando observó un puesto con una bella cuna, la cuna era blanca con detalles color cielo; no sabia la razón pero quedo encantado y sin pensarlo comenzó a hablar con el vendedor. Después de cortos minutos y una larga conversación ambos llegaron a un acuerdo

El rubio sin más saco la mitad de lo acordado y se lo entregó al vendedor

—La otra mitad se lo entregare cuando lleven la cuna al palacio —sonrío tiernamente

El vendedor solo asintió, perdido en la bella mirada del joven en frente suyo, aquellos ojos eran hermosos, ni los rumores y chismes de gente que lo vio en persona le hacian justicia. Con algo de timidez y una mano temblorosa recibió el dinero

—Fue un placer conocerlo, nos veremos pronto —habló suavemente, mientras retomaba su camino

Cuando estaba regresando al carruaje, pudo escuchar un grito que lo hizo saltar en su lugar

—¿Se encuentra bien? —preguntó uno de los guardias

—Si, solo fue un pequeño susto —respondió con intenciones de retomar su camino, pero otro grito lo detuvo. Aquellos gritos de ayuda lo aterrizaron, y estaba seguro no podria estar bien con sigo mismo si no ayudaba; asi que comenzó a caminar en sentido contrario al carruaje

—Señor, ¿A dónde va?— cuestionó uno de los guardias

—Necesito saber que esta pasando —continuó con su camino

DEL OTRO LADO DEL PALACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora