La avaricia por el dinero y el reconocimiento en algún puesto, ciega a las personas.
JiMin es testigo de eso.
El chico es testigo al ver como su esposo se enfoca más en resaltar en su trabajo, que en notar como se van distanciando paulatinamente...
Kim NamJoon se consideraba una persona amable y tranquila, pero cuando se trataba de SeokJin o JiMin, no le importaba ser la persona más violenta y salvaje que pudiera existir. Y así lo demostraba al estar de camino a casa de su supuesto "yerno". Se entero que había lastimado a JiMin, he iba a arreglar cuentas con el.
Tocó la puerta de la gran casa y Min le abrió, todo ojeroso y despeinado.
Con una mano, lo tomo del cuello de la camisa y con la otra le soltó un puñetazo en la cara, haciendo qué el pálido callera al piso, con la boca sangrando. Y no paro, le dió otro y uno más. Haciendo qué consiga una boca rota, la nariz sangrando y una herida larga en su pómulo izquierdo.
—¡ERES UN MALDITO INFELIZ!¡¿COMO TE ATREVES A TOCAR A MI HIJO?! ¿¡QUE TE CREES, IDIOTA!?
YoonGi no ponía resistencia a como era brutalmente golpeado por NamJoon, sabía que se lo merecía, había golpeado al amor de su vida y lo estaba pagando.
—No te dejare volver a verlo, a menos que el quiera, y créeme que no querrá después de lo que hiciste.
—¿Cómo esta?
—Ahora te importa tanto, no te importo cuando lo golpeaste, no te importa su cumpleaños, no la fecha de su aniversario, olvidaste su graduación. ¡Lo dejaste de lado imbécil!
YoonGi se mantenía con la cabeza baja.
—Nunca te dejare acércate a JiMin y al bebé, nunca los verás, jamás.
Min dejo de escuchar cuando la palabra "bebé" salió de los labios de su suegro.
—¿Cu-cuál bebé?— le pregunto YoonGi, importándole poco si le interrumpía o no.
—¿Crees que te diré lo que se?
—Deberías, te guste o no, JiMin y yo seguimos casados, es mi deber saber cosas de el, tanto buenas como malas.
NamJoon suspiró. —Serás padre, YoonGi, JiMin tiene cuatro semanas.
Min quedó más pálido de lo normal, sus ojos bien abiertos, y su corazón latiendo a mil por segundo. "Seria padre" su mente lo decía cada vez más fuerte.
—Pero no, YoonGi, no te dejare ver a ese bebé, no lo mereces.
—No me importa, lo veré si es que quiero, soy su padre, es mí deber estar al lado de JiMin.
—Estar al lado de JiMin— se burlo sarcástico el moreno. —Con todo esto que haz hecho ¿Crees que seguirás al lado de JiMin? ¿Crees tú qué no lo abandonarías de nuevo?
—Cla-Claro que no. Me ha-hare responsable, si. Me haré cargo de el.
—Todos sabemos que no harás eso YoonGi. Si mucha veces le fallaste a JiMin, crees tú qué no volverá a pasar. Olvídate de que te dije que serás padre. No te dejare acercarte a ese pequeño bebé.
—Escucha, NamJoon, ese niño es mi hijo, estoy en todo mi derecho de ir por el.
—Claro que estás en todo tu derecho, pero la cuestión es si JiMin quiere que tú vallas por el. Si el quisiera que vallas por el, ¿Por qué crees que se vino con sus padres a esconderse de ti?
El cerebro de YoonGi hizo Baam. JiMin no lo quería cerca.
—Adiós, infeliz.
NamJoon salió de esa gran y fría casa, dejando a YoonGi solo, como estaba desde que llegó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
