El viento hacía que las hojas de los árboles se movieran lentamente. El sonido de estas era adictivo y muy relajante para el estresado y triste Jeon JungKook.
Sus pensamientos iban y venían, pasaban de una cosa a la otra. Sus acciones pasadas lo hacían reflexionar mucho y hasta lo hacían sentir mal.
Cuatro años...
Cuatro años viviendo la misma pesadilla y pensando qué hubiese pasado si hubiera hecho tal cosa.
En vez de haberse quedado mirando y en un estado de shok, podría haber hecho algo coherente y ahora no estaría culpándose por todo lo que pasó.¿Lo culparía? ¿Le hablaría si lo volviese a ver? ¿Lo dejaría abrazarlo y mimarlo hasta que se durmiera?
Presionó sus ojos fuertemente y sintió cómo lágrimas caían a los costados de su cara. Los abrió despacio y su vista era nublada, algo brillosa y un poco distorsionada.
Fijó su mirada en el cielo y luego frotó sus ojos con enojo. Se sentó en el césped y notó en sus piernas hormigas y algunos insectos más.
¿Hace cuánto habrá estado ahí?Miró a su alrededor y la gente lo miraba con lástima. Había estado mucho tiempo ahí sin moverse...
Se levantó y sacudió sus ropa sacando pastitos, algunas hojas e incluso insectos.
Caminó sin rumbo y todos los lugares por donde pasaba le recordaban a él; Sus dulces sonrisas y el sonido melodioso de sus carcajadas. Sus manos suaves cuando las tomaba y sus sonrojos cuando le decía algo fuera de lugar.Una sonrisa amarga se formó en su rostro. ¿Cómo mierda pasó eso?
Continuó caminando y sus pies se enredaban entre ellos, haciendo que se tropezara y se recompensara como si nada hubiera pasado, aunque en realidad sí había pasado, y mucho.
Llegó hasta un lugar, mejor dicho; el lugar.
Cayó de rodillas al suelo y sus ojos ardían de tanto llorar y no darse cuenta.-Lo siento tanto... -susurró y una brisa suave se llevó sus palabras tan rápido como salieron de su boca.
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Cuando llegó a su casa (sí, casa. Él ya no tenía un hogar, él era su hogar y ya no estaba) buscó botellas de alcohol de todas las clases que tenía. Las juntó todas y se sentó en el sillón de la sala, apoyando a las bebidas en el suelo después.
El silencio reinaba la casa, sintiendo mucho ruido a la vez y su cabeza exigía algo de paz.
Abrió la primera botella y se la empinó en la boca, sintiendo el gusto amargo pasar por su garganta seca.Recorrió la sala con su mirada y recordó momentos con su esposo; cuando se besaban por cualquier lado, cuando bailaron en esa misma alfombra siendo la lluvia la música, cuando reían sin razón pero se sentían bien con el otro...
Y sonrió. Por primera vez en el día sonrió de verdad.
El hecho de saber que también lo amaba con todo su ser al igual que él lo hizo sonreír y que sus ojos se cristalizaran de vuelta.No supo cuánto más bebió, pero supo que se sentía mejor después de hacerlo. Se levantó y dejó los envases de vidrio ahí mismo, cuando se levantara podría acomodar todo.
Caminó lento hasta su habitación. Abrió las sábanas y se metió después de sacarse sus calzados, soltando un jadeo cuando su cuerpo se sintió cálido una vez más y se relajó en un instante.
Cayó rendido ante el sueño que tenía y por todo lo que había llorado.
Así era desde que él se fue.
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Luego de lavarse la cara y quedarse mirando en el espejo del baño sus ojeras y cara demacrada, salió a desayunar algo sencillo y sin tanta elaboración.
¿Se podría morir él?
Y... La verdad es que podía ser que sí.Caminó sin ánimos hasta el sillón de el día anterior, se sentó y comió los cereales (probablemente vencidos y húmedos) sin prestarle atención a nada más que no sea a una mancha de la pared.
Después de terminar salió a afuera para respirar un poco de aire fresco. Buscó una silla que antes usaba cuando quería ver a su esposo pintar en el jardín y se sentó mirando unas flores que estaban a punto de morir ya que él no sabía cómo cuidarlas.
Probablemente su amado le pegaría por ser tan despistado y lo culparía por dejar que sus amadas hijas murieran por falta de atención. Pero seguramente después le daría un besito en donde lo había golpeado y se disculparía.Eso pasaba antes.
Veía mariposas pasar y escuchaba aves cantar. La melodía del viejo árbol, en donde él pasaba sus tardes acostado mientras que su amante estaba encima de él durmiendo, se oía suave pero bonito para el día de hoy.
Inesperadamente, un lindo colibrí color verde y celeste se acercó a comer poco polen de las flores de su jardín. Se levantó y se acercó con cuidado, observó el ave y pudo ver todos sus detalles.
Muy pocas veces veía colibríes, y nunca se habían dejado ver por humanos de cerca. Jeon supo que su día de suerte quizás había llegado, o al menos después de tanto tiempo.El picaflor pasaba de una flor a la otra, degustando todos y cada uno de los pólenes de forma rápida. Después que se cansó de comer y de encargarse de mezclar los polvos amarillentos entre ellos, se posó encima de una flor casi marchita.
Miró con cuidado al humano cerca de él, pero en otra vida querría tirarse encima de él para abrazarlo y protegerlo de todo mal. Observó su rostro demacrado y sus ojos sin vida, su piel más blanca de lo normal y moretones en sus nudillos.
No podía quedarse tanto tiempo ni dejar que los humanos lo vean por más de cuatro minutos, pero por ver la sonrisa y el brillo en los ojos de Jeon JungKook haría lo que sea.
Aleteó con fuerza y rapidez, yendo hasta el rostro pálido del alto y girando alrededor de este. La carcajada de Jeon lo hizo volar más rápido y pasearse por entre sus piernas, rodeando cada parte de su cuerpo descuidado.
Adoró y mimó con su mente al joven, dándole mucho amor y fuerzas.Él había estado en cada lugar en donde había estado JungKook.
Él había sufrido en secreto por no estar junto a su amado y no apoyarlo en todo momento.
Él contestaba las preguntas que a veces decía el chico en voz alta, mas este no lo escuchaba.
Él seguía amando con locura a JungKook, solo que este no lo sabía y se culpaba cada que podía por su marcha.
Nadie podía hacerle saber a JungKook que no tenía la culpa, y no se sorprendería cuando el amor de su vida pierda las pocas fuerzas que tiene para marcharse también.
Imaginó que no se le iba a hacer tan difícil que se vaya, pero al parecer nada de lo que pensó fue real. Fue todo lo contrario y su esposo estaba muriendo por dentro y también por fuera, eso se notaba en su cara y piel.
Al día siguiente, JungKook no despertó. Tuvo una muerte súbita, sin dolor y en paz.
Según los médicos que lo encontraron días después, explicaron y contaron que lo habían visto con una sonrisa en su cara y un cuadro con él, YoonGi. El chico que había caído por un barranco y nadie pudo rescatar.
La casa quedó abandonada y con botellas de alcohol en la sala, algunas vacías y otras con la mitad del contenido.
Ninguna persona quiso comprar esa casa ya que decían que no podían invadir la privacidad de esta.La gente que vivía a los alrededores comentaba que en algunos momentos del día se escuchaban risas y música suave, tal y como era antes que Min YoonGi falleciera.
De alguna manera, un poco loca para algunos, el jardín tomó vida y aves se posaban encima del techo de la casa para cantar y dar los buenos días.
Todo volvía a ser como antes, y la gente les deseó lo mejor a esos chicos que antes habían sufrido humillación por ser homosexuales.
-Glitter⋆
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•°•°I miss you°•°• [KookGi OS]
FanfictionSegún dicen, cuando un colibrí se queda un largo rato a tu alrededor, significa que un ser muy querido que perdiste vino a visitarte. 🌫🌪Fanfiction. 🌫🌪Angst/Creencias. 🌫🌪OS. 🌫🌪Muerte de personaje. 🌫🌪Cualquier semejanza a la realidad será pu...