Capítulo 6: Problemas

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 Vlad se había levantado esa mañana preparado para tener otro día aburrido en la alcaldía, llenando papeles, firmando permisos, programando nuevas entrevistas, entre muchas cosas tediosas como esa. Pensó que su día terminaría como normalmente lo hace, sin nada interesante que contar, pero se equivocó. No vio venir el rayo de ectoplasma que fue a parar directamente a su espalda cuando estaba por entrar en la alcaldía, dejándolo en el suelo bastante lastimado. Era el cazador, quien había descubierto que el mayor había perdido sus poderes fantasmas y se burlaba de ello. <<Los rumores corren rapido>> comentó mientras se ponía de pie con dificultad. <<Y más aún cuando son interesantes>>, respondió el cazador segundos antes de disparar por segunda vez, cuyo ataque pudo esquivar el platinado, corriendo dentro de la alcaldía. <<Presa fácil>>, dijo el espectro cargando su arma y adentrándose en el edificio, espantando al hacerlo, a todas las personas que trabajaban en el lugar. Skullker buscó en cada rincón, hasta finalmente dar con la oficina de este. Traspasó la puerta y lo vio de espaldas  junto a su escritorio. 

_ Date la vuelta, Plasmius. _ dijo este, haciendo que Vlad comenzara a temblar y lo mirara con profundo terror en sus ojos, a la vez que le suplicaba que no le hiciera daño. Skullker se rió de él. _ Patético. _ dijo apuntando su arma directamente a la cabeza del platinado. _  "El temido Vlad Plasmius", _ se mofó acercándose más él. _ no eres nada sin tus poderes, ¿cierto?. ¿Últimas palabras? 

_ Sí. _ dijo con voz calmada, recobrando su postura recta, llevando sus manos a la espalda y cambiando su mirada asustada por una penetrante y sagaz. _ Siempre serás un idiota. _ dijo mirando a los pies del espectro donde marcaba una X. _ Hasta luego, "Cazador". _ dijo con media sonrisa, para luego presionar un botón rojo sobre su escritorio, activando de esa forma una trampa anti fantasma del suelo, que encerró al cazador sin darle margen de escapar o para atacar desde su posición. _ Fue... interesante, mientras duró. _ dijo mientras se sentaba al borde de su escritorio frente a la jaula con el espectro. _ Pensé que trabajando a mi lado habías aprendido una o dos cosas sobre mí, sin embargo, no aprendiste lo más importante. Primero, no soy el fantasma más temido sin razón. Y dos, con o sin poderes, soy superior a ti. _ dijo con una sonrisa ladina, regresando a su escritorio, sentándose en su silla y sacando unos papeles que debía revisar. _ Te dejaré ir. _ avisó haciendo que Skullker alzara una ceja interrogante. _ Quiero que le digas a cualquier fantasmita que crea que porque no tengo poderes, puede venir y hacerme perder el tiempo pensando que puede vencerme, se equivoca. Además, te recuerdo, que sigues trabajando para mí. _ el cazador asintió. _ Perfecto. Lo primero que quiero que hagas, es que me traigas a un fantasma. A cualquiera que creas capaz de resolver mi pequeño problema financiero. Como sabrás, me quedé prácticamente en la calle, por suerte pude conservar la limusina ya que pertenece a la alcaldía. Y segundo, _ dijo haciendo una lista de cosas y entregándosela a Skullker. _ consigue esto por mí. 

_ ¿Y qué pasará con el chico fantasma?

_ Vendré a la alcaldía por la noche para crear el arma que necesito, de esa forma no sospechara. Y como no tiene poderes, le será más difícil descubrirlo.

_ Entiendo. _ dijo haciendo que Vlad lo liberara. _  ¿No deberías aprovechar ahora que no tiene poderes y destruirlo? _ cuestionó haciendo que Vlad sintiera una punzada en el pecho, que lo hizo sentirse incómodo. Miró al espectro y negó con la cabeza. 

_ No será necesario. Solo consigue lo que te pedí, ¿entendido? _ el otro asintió y desapareció. Vlad suspiró al recordar a Danny. No entendía porque estaba dudando tanto el llevar a cabo el plan que ha estado perfeccionando hace meses, solo por lo que el menor podría pensar de él si lo descubre. _ Este no soy yo. _ dijo en voz alta tratando de concentrarse en su trabajo, pero no podía evitar mirar cada cinco minutos su celular, pensando que podría tener algún mensaje del menor, pero el resultado siempre era el mismo. Nada. Desde que Daniel y él hicieron una tregua, cada día al lado del menor, era unico de alguna forma. Él hacía que sus monótonos días de trabajo fueran una avalancha de emociones. Y aunque no se lo admitiera ni a sí mismo, Danny Fenton alegraba sus días, lo necesitaba. Suspiró. No sabía qué es lo que había pasado el día de ayer, solo lo llevó al acuario y todo iba perfecto hasta que le llamó una vieja amiga de la universidad. A partir de entonces su actitud se volvió distante y fría hasta que no le volvió a dirigir la palabra en todo lo que restaba del día. _ Tsk... Adolescentes. _ se quejó a la vez que tomaba el tubo de teléfono de su escritorio y le marcaba a su abogado para ver cómo llevaba el caso de Dash Baxter y su intento de violación. Y luego de que este le asegurara que Dash estaba bajo arresto domiciliario y el juicio estaba en proceso, colgó. Masajeó sus sienes con la mano, para luego revisar sus mensajes y nada. Solo estaban los mensajes que él le había enviado cuando salió de casa para el trabajo. Revisó la hora y apenas eran las nueve de la mañana. _ Será un largo día. _ se lamentó regresando a su papeleo habitual. 

Defectuoso (Vlad x Danny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora