En los Jardines de Su Majestad

🍃Jardines 43🍃

Habían atado sus manos y colocarom una mordaza en su boca.
Se sentía humillado. Para él, ese par había quizás huido del país, no podía encontrarlos en ninguna parte, y ahora para su orgullo y prepotencia estaban en su residencia viendolo como lo que realmente era. Lo peor del mundo.

TaeMin hubiera preferido que sus primos lo mataran allí mismo. No recibir tal humillación.

- He escuchado que te va muy bien, TaeMin- JungKook comenzó a hablar- ¿Que te parece JiMin?- preguntó mirando a su derecha.

- Creo que esta muy cómodo...- JiMin respondió mirando a su hermano de igual manera.

- Disfrutas de todo... mientras estas vendiendo a tu propia familia...- JungKook bufó haciendo puño su mano hasta volver sus nudillos blanquecinos- ¿Desde cuando creíste que ibas a manipularme?

JungKook sabía que TaeMin planeaba algo mas que solo matarlos. A él no le beneficiaba en absoluto sus muertes, pero si le beneficiaría sobornarlos, para al final deshacerse de alguno de ellos.

- Apostando incluso la vida de tu hermano...- TaeMin le miró sorprendido. Es verdad que su hermano y él no tenían una buena relación desde lo sucedido en el río. Pero lo que menos quería era que algo le pasara. TaeHyung a pesar del resentimiento y el odio, no dejó de quererlo y protegerlo.

- Es una pena...- JiMin se acomodó, colocando sus manos como soporte para inclinarse hacía atrás. Aun con sus piernas cruzadas.- Pero no pareces arrepentido de tus actos...

TaeMin miró a JiMin, en esas orbes había enojo y frustración. JiMin sería la carta para hacer que JungKook fuera solo un títere.
Entre algunos intentos logró soltarse de la mordaza que le impedía hablar.

- Tienes razón JungKook...- sonrió con jactancia, los hermanos lo miraron sin emoción alguna- JiMin, tú eres útil, solo para que tu hermano haga todo lo que pida... quiero ser el primer ministro, me lo merezco, no me importa lo que piensen o a cuantos tendré que matar para llegar al puesto, yo seré...

No terminó de hablar cuando JungKook se levantó y dejó ir el primer golpe.

- ¿Crees que soy como tú?- le preguntó- No me vendo TaeMin, aunque tu estes acostumbrado a hacerlo... deja a mi padre en paz, no mereces estar en ese lugar... no eres digno de ese puesto.

- Aún si la guardia viene y te defiende, ¿no obedecerían al Rey sucesor?- JiMin preguntó de manera inocente.- JungKook puede dar la orden de matarte, y no solo eso, ¿a tú padre le haría feliz lo que haces? Tu madre siempre lo supo, todo, ella no podía estar orgullosa del monstruo en que te habías convertido...

TaeMin rió con sarcasmo y burla.

- No me importa- dijo seguro.- Ella no me importa, el poder es lo único que quiero y el rey fue tan tonto por dejarse dominar por alguien inferior a él...- otro golpe resonó. Esta vez de parte de JiMin.

- No tienes derecho a hablar de mi padre de esa forma- JiMin dijo- Te lo prohibo, TaeMin...

- Parece que ambos se comportan como los autenticos hijos del Rey, serían grandes aliados si dejaran esa empatía... por eso NamJoon los abandonó... nunca pudo protegerlos y los dejó con mi tío...

JungKook y JiMin se miraron sorprendidos. TaeMin no lo sabía.
No sabía que su padre SeokJin y el rey NamJoon tuvieron una relación.
Su padre nunca les dijo nada de eso.

- ¿Qué?¿Sorprendidos?- TaeMin se rió- No les sorprenda, JungKook no pudo ni siquiera entrar a la guardia real... y tu JiMin, ¿jardinero?, ¿acaso era digno de un Kim?

JiMin rió, era su turno de reír, se acercó a TaeMin, mirandolo directo a los ojos.

- Tengo algo que me hace y me hará mejor que tú siempre, TaeMin- JiMin le dijo de forma escalofriante- Tengo amor, amor de mis padres, de mi hermano, de mi primo... de mi amante...

JungKook miró a JiMin sorprendido por lo que estaba diciendo.

- Algo que tu no obtendrás... quedarás cómo el simple hombre que traicionó a su propio país, a su reino y a su rey- JiMin le dijo tomando el rostro de TaeMin con una de sus manos.

- Es la última vez que permitimos una amaneza de tu parte, si quieres conservar tu vida, será mejor que te calles y no digas nada...- JungKook dijo paseando por todos lados y rebuscando entre las pertenencias de su primo.

Necesitaba esos retratos.

Y antes de que TaeMin pudiera hablar y reclamar, JiMin puso su espada en el cuello ajeno, en clara advertencia de que guardara silencio

- Es curioso... ¿sabes?- la voz baja de JiMin se escuchó- Mi hermano es mas amable que yo y tiene un mejor control de sus emociones, pero yo...- una risa un poco ronca salió de la garganta de JiMin- No tengo un total control, soy impulsivo y no dudaría en quitarte de la vida...

JungKook las encontró... apagando las velas de la habitación, y tomando la mano de JiMin para salir de allí. Dejando a TaeMin aún atado.

- Cada vez estas mas demente...- JungKook le susurró, con sigilo y destreza se acercaron al muro y saltaron para salir de ese lugar.

Una vez se habían alejado del muro que rodeaba al palacio, miraron sobre sus hombros.

- La última vez que mi padre sufre por los deseos egoístas del pasado- JungKook dijo con una sonrisa y con su mirada húmeda por las lágrimas.

- Nuestro padre NamJoon estará bien... aunque quizás no volvamos a vernos en esta vida...- JiMin susurró nostalgico, enprendiendo la carrera hasta el lugar donde el caballo que los llevaría de regreso se encontraba.

Una vez en su punto de reunión y en una zona muy apartada encendieron una pequeña fogata.
JungKook tiró los retratos y todos los papeles que una vez manipularon al rey.
Quemando incluso su odio... y tratando de verse fuertes aunque las lágrimas salían sin permiso.

- Espero que en otra vida las cosas sean diferentes...- JiMin dijo.

- En otra vida, quizás ellos dos puedan estar juntos y ser valientes...- JungKook arrojó la última hoja sobre el fuego.

Y con el alba, comenzando a iluminarlos, se despidieron...

JiMin esperó que en otra vida, YoonGi y él no tuvieran que esconderse, que pudieran amarse sin presiones o normas que cumplir para la sociedad...

- Amor...