Anawond

Capítulo 8: Punto Y Aparte

Milo

-”¡Milo! ¡Milo!” escuchaba muy a lo lejos, pero de pronto la voz se empezó a acercar más y más
-”¡¡Milo!!” gritó con tanta fuerza que me desperté sobresaltado
-”Ah, sos vos Mine” dije mientras trataba de calmar mi taquicardia
-”No podés seguir durmiendo, hoy es el gran día, por eso me pediste que te despertara. ¿Te olvidaste?” dijo inflando sus mejillas como siempre que quiere parecer enojada
-”Por supuesto que no. Hoy es la última prueba” dije sonriendo confiado
-”Así me gusta, te espero en el comedor, no tardes mucho” dijo abandonando la habitación.

Ya pasaron seis meses desde que llegué a este mundo, y para haber llegado sin nada, hice buen uso de las oportunidades que tuve y las explote al máximo. Por ejemplo, gracias a la recomendación de la última carta que recibí de Alba hace cinco meses y a mi primer comodín, aprendí a usar el Invrium, que debido a ser un hechizo muy básico, no conocerlo hubiese puesto en cuestionamiento mi origen. El hechizo consta de la creación de un espacio personal de almacenamiento, el cual se genera realizando unos simples cortes en el espacio, parece más complicado de lo que en realidad suena. También logré mejorar muchísimo mis aptitudes físicas, aprendí varias formas de combate cercano y hasta a usar diferentes tipos de armas como espadas, arcos y hasta tuve una tutora privada de guadaña, pero ella me da escalofríos.
Tampoco puedo olvidarme del gran amigo que vi crecer, mi querido Bezaliel, que hace poco que ya vuela normalmente y estuvimos practicando montarlo mientras él vuela.
Realmente aprendí mucho hasta ahora y pienso seguir haciéndolo, lo único que no pienso es perder contacto con la gente que conocí estos seis meses, se volvieron muy importantes para mí, al igual que Lauro y Mine, qué difícil va a ser la despedida cuando llegue. Pero bueno, dejando de lado la ansiedad y el sentimentalismo, hoy va a ser la gran y última prueba de la academia de entrenamiento.

Tengo pensado desayunar junto a Mine, ir a visitar un rato a Beza y luego dirigirme hacia la academia, ya que por tratarse del obstáculo final, fuimos citados por la tarde, a diferencia de todas las demás que comenzaron temprano en la mañana.
Así que me levanté y me encaminé al comedor dónde Mine ya me estaba esperando con el desayuno en la mesa.
-”¿Estás nervioso?” me preguntó 
-”Mentiría si dijera que no. Después de todo es la última, pero confío en que me va a ir bien” dije sonriendo
-”Esa es la actitud” contestó
Continuamos desayunando en silencio, cuando terminé llevé las cosas a lavar y me fui del hotel.

Al salir, saludé a Lauro y comencé a caminar hacia el establo de Sophia. Cuando llegué, tomé un té con ella mientras mirábamos a los pegasos jugar,
-”Entonces cuando me tenga que ir, ¿puedo dejarlo acá para que lo sigas cuidando y llamarlo cuando lo necesite?” pregunté nervioso
-”Por supuesto que sí. Además, sólo te responde a vos, así que sé que cuando quiera salir es porque vos lo estás llamando” respondió Sophia sonriendo
-”Genial, eso era lo que me preocupaba” dije levantándome
-”Muchas gracias por todo Sophia, si vuelvo a Dagsa algún día, prometo venir a visitar” dije tendiéndole la mano
-”Te voy a estar esperando entonces. Suerte en tu prueba y en lo que siga” dijo tomando mi mano entre las suyas

Hechos todos los arreglos previos, finalmente tomé el camino hacia la academia, dónde me esperaría la última de las pruebas del señor Deimos, luego de la cual debería abandonar Dagsa y comenzar la tan ansiada búsqueda de las Gendam Stones por todo este mundo, para así poder volver a casa.
Una vez llegué a la puerta de la academia, me detuve en la puerta, 
-”Pensar que ya es la última vez que voy a entrar por estas puertas” pensé, suspiré y entré.
Al hacerlo, saludé a Olivia en el hall y me dirigí hacia la sala de conferencias, en cuanto entré estaba casi vacía la sala, era de los primeros en llegar al parecer. Me senté en el primer banco, como había hecho el primer día, y con el correr de los minutos fueron llegando todos, primero Lex, que me saludó y se sentó a mi izquierda. Luego de Lex, apareció Neferet, que tomó mi brazo y se sentó a mi derecha, después llegó Hyoga que luego de saludarnos, se sentó al lado de Lex, y, por último, llegó Tatsuo, quién nos saludó y se sentó en el banco de arriba a la misma altura que yo. Y así fueron llegando el resto de los estudiantes, no fue hasta que estuvo el último de ellos que el señor Deimos no hizo su aparición.
Para sorpresa de todos el señor Deimos entroó a la sala usando un traje de un color gris que combinaba con su pelo platinado y una corbata de color rojo.
-”Una situación especial, requiere preparación especial mis queridos estudiantes” dijo riendo como siempre  
-”Hasta este momento compitieron en equipos y se ayudaron mutuamente. Ahora es cuando todo eso se termina" dijo con una sonrisa malévola
-"Por ser la última prueba, se va a realizar de forma individual, en esta ocasión va a ser una especie de torneo dónde se enfrentarán mano con otro estudiante. Aprobarán todos aquellos que ganen al menos una pelea y demuestren que lo merecen" continuó, mientras dibujaba un esquema en la pizarra 
-"De la primera ronda quedarán doce, de la segunda seis, pero al llegar a la tercera habrá tres participantes en juego. En ese momento, el que haya acumulado más puntos con las pruebas pasadas pasará directo a la final, mientras que de los otros dos deberá salir el segundo finalista" dijo usando el esquema que había dibujado
-"Sus números ya fueron elegidos, así que cambiense, y nos vemos en la arena" finalizó
Luego de la exposición del señor Deimos estoy realmente preocupado, hasta ahora conseguimos avanzar por nuestro gran trabajo en equipo, pero no creo poder derrotar a Hyoga o a Neferet en un uno contra uno. Supongo que ponerme ansioso no me va a servir de nada, mejor termino de cambiarme y sigo a los demás hacia la arena.