I Wish I Were Heather || KiriBaku

Única Parte.

Aún sigo recordando el tres de diciembre, yo usando tu suéter.
Dijiste que se veía mejor en mí que en ti.

Kirishima había decidio subir a la terraza del edificio de la UA, específicamente de las habitaciones de la clase 1A donde pertenecía.

Hace no mucho la clase se unió para decorar la terraza. Palos, cajas, sábanas, focos, plantas, puffs y demás objetos usaron para transformarla. Sólo podían usarla con el permiso de su tutor Aizawa, pero a veces uno que otro alumno salía a tomar aire.

Kirishima no podía dormir, ya eran las tres de la madrugada. Al ser inicios de diciembre, llevaba consigo una cobija, su gorro y al menos tres sueteres encima.

Se sorprendió al ver a Bakugo, estaba sentado en el suelo abrazando sus piernas, observaba el cielo. Tan tranquilo y sumido en sus propios pensamientos que sintió pena al ver como Bakugo notaba su presencia y se sobresaltaba un poco en su lugar, pareció haberle visto un ligero rubor en sus mejillas pero supuso que era por el frío.

- Blasty, n-no esperaba encontrarte aquí -Bakugo desvió su mirada de nuevo al cielo, sin responderle- Tampoco puedes dormir, ¿Eh?

- Dormí mucho en la tarde.

Kirishima asintió no muy convencido, las ojeras de Bakugo le preocupaban desde hace días pero la única vez que trató de preguntarle lo mandó a volar con una explosión pequeña.

- ¿Tú?

Bakugo lucía perdido pero tranquilo, lo cual era muy extraño, pero Kirishima estaba dispuesto a no decir algo sobre ello y disfrutar ese lado del rubio cenizo. Más cuando le devolvió la pregunta, ¿Se preocupó por él?

- Estaba viendo anime y simplemente ya no puedo dormir.

Bakugo asintió. En el fondo, se alegraba de que su razón del insomnio fuera absurda y no una mierda como la suya.

Hace días se dio cuenta de que estaba flechado por el pelirrojo. Esa idea le atormentaba día y noche, sus propios pensamientos ni siquiera le dejaban dormir o estar atento durante el día.

Era una mierda.

Desde entonces subía cada madrugada al techo, era mejor sentir un poco de aire fresco y tener una gran vista en soledad que encerrarse en su habitación con sus pensamientos que le atormentaban.

No esperaba que su principal razón por la cual perdió la cabeza, se encontrara ahora sentado a su lado.

- Debes estar muriendo de frío, ¿Por qué sales sólo con una ligera sudadera? -le regañó con una sonrisa mientras se despojaba de uno de sus sueteres.

Bakugo quiso negarse pero no creía tener las fuerzas suficientes ni la voluntad para negarse. Sólo chistó.

Extendió el suéter al mayor con una sonrisa.

Demonios, lucía jodidamente lindo estando ligeramente sonrojado por el clima.

Si tan solo hubieras sabido cuánto me gustabas.

Bakugo vistió la sudadera, era casi a su medida, él suele vestir ropa un poco más grande de su talla y Kirishima no, pero aún así agradeció con un asentimiento de cabeza.

Bakugo no recordaba haber usado antes algo de color azul pastel, pero ahora lo hacía y era de Kirishima. El sueter simulaba un tiburón, en la gorra traía pequeños dientes blancos, conocía muy bien esa sudadera. Le tomó horas encontrar un regalo perfecto para el pelirrojo la navidad pasada, fue un santa secreto organizado por Yaoyorozu.

Ahora que lo piensa, Kirishima jamás supo que fue su santa secreto.

El olor de su amigo estaba impregnado, no supo si eso era bueno o malo, pero se sintió, extrañamente, bien. Bastante cómodo y enternecido para poder decir algo y no dejar ver sus sentimientos al pelirrojo.