Lo bueno de los nombres que nos ponen los padres es que no tienen significado. Y aunque esto no sea algo que salte a la vista, un análisis más profundo evidencia que esta cualidad de los nombres propios es un grandisimo alivio para todos, pues nos libra de una buena, teniendo en cuenta lo liante y curioso que es el ser humano, siempre buscándole cinco pies al gato.
En mi caso, me parece realmente gratificante que los nombres que nos ponen los padres no se puedan vincular a las cosas bien hechas, ni tampoco a las mal hechas, y en cierto modo hasta me diverte observar la cara que se le queda a la gente cuando la única respuesta que puedo dar al respecto de por que mis padres me pusieron Alejandro, es:
- me pusieron Alejandro como mi abuelo y como mi padre.
Es del todo liberador que al menos a una de nuestras humildes verdades la gente no encuentre la forma de objetar algo.
Por eso los nombres son una de las cosas que más me gustan de todos los inventos del ser humano. Por eso y porque tambien te los puedes inventar, como hizo Jericó justo antes de subir su primer viddoclip a YouTube.
Sin duda la decisión de subir al tubo una canción escrita y rapeada por él fue la detonación más estruendosa que Jericó había provocado hasta ese día en el microuniverso que durante los últimos treinta y siete años, es decir durante toda su vida, se había esforzado en construir.
Una decisión que fue tumbando uno a uno los totems que regían su posición en la realidad. Incluido su nombre.
Jericó, educado desde la preadolescencia en la hiperealidad creada y emitida desde el canal musical americano mtv, entendio frente a la pantalla de su ordenador que lo que youtube le estaba pidiendo en aquel momento no era solo que escribiera el nombre del autor de la canción, sino que le estaba avisando de que había llegado la hora de proclamar al mundo su nombre artístico, o alias, o A. K. A. como dicen los americanos.
para miles de jóvenes promesas del barrio qie cada día buscan en su alias al héroe llevan dentro este es un momento crucial
en el que han de exprimir sus neuronas para dar con un nombre que suene guapo y serio pero cool.
Tras descartar los nombres con significados guerrilleros o revolucionarios, y tambien otros que hicieran referencia a sus habilidades lingüísticas, jerico determinó que un alias había de ser eterno y por lo tanto servir de puente entre el pasado y el futuro, así que la primera regla que se puso es que su alias irremediablemente tenía que identificarle con sus ídolos, Rick James y Eazy E, dos artistas afroamericanos de décadas
pasadas qie habían marcado sus comienzos en esto de la afición por la música y las historias de la calle.Una vez más y con la ayuda de
Google, su fiel perro de caza, se dispuso a seguir el invisible pero eterno rastro de sus dos ídolos.Despues de chismosear por enésima vez en las biografias y el resto de material digitalizado sobre ambos cantantes, tuvo la repentina
intuición de que el nexo más importante y a la vez visible entre ambos artistas se le había escapado de manera casi vergonzosa durante años de groupismo, ya que este no era ni sus letras ni sus armonías vocales sino el petulante peinado que ambos lucian.Hortera a la vez glamuroso,neste estilo de peinado conocido con el nombre de Jheri curl, fue muy popular duramte la década de los
setenta y la de los ochenta en los barrios afroamericanos de las grandes ciudades de Estados Unidos.Durante los siguientes cinco minutos Jericó se cuestiono la fortaleza de elegir el nombre de un peinado como nombre artístico, pues le resultaba poco machista para ser el alias de un rapero.
Superados esos primeros minutos infernales de duda vinieron otros quince en los que disfruto, como hacía tiempo qie no disfrutaba, pronunciando en su mente su nuevo alias, repitiendolo una y otra vez de manera mecánica, mientras liaba un cigarro.
Recorría su cuarto pronunciando esas dos palabras que daban nombre a la selva de rizos que poblaban las cabezas de sus dos ídolos cuando entendió qie curl sonaba igual que cool, e iluminado por un último truco mental descubrio el alias definitivo, Jhericool.
Rellenó con su nuevo nombre el último campo que faltaba en la pantalla de su ordenador y tras el click definitivo su videoclip subió a la Red y emprendio su viaje por los callejones de Mauthausen-Tech.
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Ciudad-M. "La alambrada invisible"
Short StoryPerteneciente a la serie de relatos cortos "The Fuzz". Tercera de las cinco historias ambientadas en Ciudad-M, una urbe postindustrial enigmática por la que transitan las vidas y viviencias de los peliculiares clientes de "The Afterbling", una espe...