Kara Danvers.
Presioné lo necesario sin herirla realmente.
Una parte de mi lo disfrutaba pero mi subconsciente me dictaba que no era lo correcto.
Entré en conflicto y sin esperarlo la solté dejándola caer al suelo de manera abrupta. Caí de rodillas ante el dolor agudo, era insoportable aguantar esto.
De hacer el bien y luchar mentalmente conmigo misma.
Era agotador sentirme en dos lugares en un sólo sitio.
-Kara-. Dijo Alex sin voz sobre el suelo.
En su mirada había miedo y comprensión.
No merecía todo esto.
-Necesito saber qué me sucede Alex, no quiero convertirme de nuevo en un monstruo-. Solté sin mirarla, me sentía fatal por lo que acababa de ocurrir.
Tosió un poco por la falta de oxígeno, le costaba respirar normalmente. Verifiqué que todo estuviera bien y gracias a Rao no le había provocado algún daño interno.
-Lamento lo que pasó, en serio Alex. Perdón-. Golpeé el suelo con la palma extendida, éste vibró debajo de nosotras de manera rápida dejando una leve grieta sobre el.
Me sentía enfurecida conmigo, por no saber lidiar con esto como era debido.
<<No trates de ignorar el poder Kara-Zor El>>
Ignoré lo mejor que pude aquella irritable voz.
Escuché el ascensor abrirse y observé que Lena miraba la interacción de manera afligida.
Se acercó apresuradamente, checó a Alex y ayudó a levantarse del suelo a mi hermana para hacer que tomara asiento en uno de los sofás. Se dirigió a mí y yo no tuve cara para mirarla.
Me sentía con emociones inexplicables, pero en el fondo agradecía que estuviera aquí.
<<¿Bonita la chica, verdad?>>
Cerré los ojos ante la impotencia de no haber ignorado del todo esa insistente voz.
-¿Qué me sucede?-. Dije sin levantar la mirada.
Lena suspiró y acto seguido me hizo mirarla. Sus ojos verdes mostraban preocupación.
-¿Por qué hay kryptonita? ¿Qué es todo esto?-. Las venas de mi cuello resaltaron al momento de levantar la voz.
-Cálmate, te lo explicaremos pero debes estar tranquila. Hay cosas que aún no sabes y necesitamos que lo tomes con calma-. Sus ojos verdes me tenían cautiva.
Me abrazó aún estando en el suelo, me aferré a ella de manera inevitable. Sentía asfixiarme en está horrible realidad, mi familia, mis amigos, todo había cambiado y no sabía con exactitud si era para bien o para mal.
…
Samantha Arias.
No podía conciliar el sueño, era otra noche en la que por más ideas que me creaba ninguna era la indicada para hacerme entender el porqué de mis supuestos poderes.
Ruby estuvo a punto de descubrirme un par de veces pero en todas las anteriores algo sucedía y era evitable que lo viera con sus propios ojos. Sin embargo cada vez ocurren con frecuencia, como hoy.
Los reflejos fueron tales que hasta sus compañeros se sorprendieron por la velocidad en la que detuve varios balones hacía un chico indefenso en el patio escolar.
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Crisis En Tierras Infinitas
Science FictionAcontecimientos después de la crisis tras la muerte de un gran héroe. Nada es lo que parece.