Beautiful Love - Im JaeBum

•23 - Insomnio (1/2)*

No debí seguirla.

No debí meterme en problemas.

Debí cerrar mi gran bocota.

Maldita sea, Era mi deber cuidarla, ser responsable y madura por tan solo una vez...

¡Carajos!

No estoy lista. No quiero crecer, No quiero afrontar las consecuencias de mi debilidad o cobardía.

Definitivamente no estoy lista para un mundo tan cruel.

—Habla de una maldita vez ____. ¿¡Qué carajos pasó en ese club!?— la voz de mi madre se oye dura y carente de sentimientos.

—Má...

—Solo tenías que quedarte en casa— Gruñe— ¿¡Dime porqué carajos luces como una prostituta!?—ni una palabra  de escapa de mi garganta— ¡Maldición, ____! ¡Habla de una maldita vez!

Había metido la pata y está vez hasta el fondo....

***

—¿Yugyeom y tú lo hicieron?— Me sorprende la honestidad en la que Lali habla, Sin rodeos, sin filtros, ni caretas.

Le doy una mirada fugaz a la chica junto a mí. Mimi se mantiene en silencio ante tan tensa e incómoda situación; era algo personal y discutirlo con ella no era precisamente mi plan.

—Unnie...

Me quedo sin palabras, me es imposible decir algo.

—Se que tú y el imbécil de Jackson no lo han hecho...—esta vez se dirige a la pelirosa a mi lado— Menudo espectáculo... Nada que ver con lo que subes a internet... Haces caso en no acostarte con él, en realidad no lo hagas con nadie, los hombres te utilizan a su antojo y cuando consiguen un juguete nuevo, te descartan como basura.

Su mirada vuelve a mi,  y en ella hay odio y rencor.

Ay, mierda.

Toda la puta noche se ha salido de control, desde la declaración y lo que sea que pase con mi mejor amigo, agregando a la lista la discusión con JaeBum, todo se ha ido al carajo.

Me costaba entender su punto. ¡Carajos! Él más que nadie sabía lo importante que Kim era para mí, lo mucho que le quería, lo horrible que me sentía al imaginar que algo malo le hubiera pasado.

Me sentía culpable, yo lo había echado de casa.

—¿Lali que mierda te pasa!?—Gruño en su dirección.

Está más extraña de lo normal. La parte tierna y calmada de Lali dejo de existir dándole paso a una molesta e irritante.

—¡Me voy!—Dice sin más.

Su sonrisa es tierna, amable, contagiosa. Sin embargo, mi cerebro reacciona al ver la botella en sus manos. ¿¡Cómo rayos no la había notado!? ¿¡Tanto me importaba lo que pensará el anciano!? ¿¡Que cojones paso con Kim!? O aún peor tener que encarar a mi padre.

—¿Qué? ¿¡Ya va, ya va!?— me apresuró a hablar—¿¡Cómo que te vas!? ¡No puedes!

Apesta intentar ser la Madura, ser la responsable, la niña buena. Pero, el estado de ebriedad en el que se encuentra mi actual invitada me obliga a hacerlo.

— Necesito divertirme...— una media sonrisa se dibuja en su rostro.

—Hagamoslo. Aquí! En casa— Me apresuró a hablar.

¡Ay! Hasta mis pobres neuronas saben que eso es una idea tan patética.

—No lo tomes a mal ____, pero eso es muy infantil— La risa que suelta me provoca escalofríos, está versión de Lali es mala y tóxica— Es el cumpleaños más triste al que he ido.