dí que sí (kacchako)

Capítulo 7: Defensa

-no creas que no te observo, tratas de acercarte a él desesperadamente.
Dice enojado.

-¿me estas queriendo decir desesperada?

El rubio la recuesta sobre el pasto, él permanece de rodillas frente a ella.

-deberías dejarlo así... Decidiste olvidarlo ¿por qué lo buscas?

-yo... No sé. Agrega indecisa.

-deberías saberlo ya pero, yo soy mejor opción que ese niño llorón, soy más hombre y puedo protegerte. se aproxima a ella

-¿¡quién dijo que necesito protección!? ¡Yo soy autosuficiente, seré una gran héroe! Y quien sabe tal vez... ¡SEA MEJOR HÉROE QUE TÚ!

Ochako le apunta con su dedo sobre su nariz, bakugo esta sorprendido pero comienza a reírse, la castaña se indigna.

-¿eh? ¿Qué haces? Estoy hablando en serio. El chico continúa riendo hasta las lágrimas, después de unos segundos recupera la compostura.

-no me burló de ti, cara de pan, solo que tienes muchas agallas para decirme eso, eso me excita y prefiero reírme. El le sonríe de forma pícara.

-¿¡que te excita y mejor te ríes!?
Pregunta con una cara enorme y sorprendida.Bakugo se abalanza sobre ella poniendo sus manos sobre sus hombros, así la mantiene sobre el piso.

-dime... ¿Que haces en este caso?

-¿¡Que haces!? ¡Estamos al aire libre!
Ochako se menea tratando de safarse.

-respondeme, tienes a un tipo sobre ti, que quiere aprovecharse de ti ¿que movimiento usarás?

-yo,¡no sé! ¡Estoy nerviosa! ¡Tengo a un chico encima! ¡DIOS!
Ella está ruborizada y nerviosa, su cara es un tomate gigante de lo roja que está.

-entonces si yo mismo quisiera tocarte  ¿no sabrías que hacer?
La mano derecha de bakugo roza el cuello de uraraka, la castaña continúa moviéndose, quiere tocar a bakugo para hacerlo flotar pero el chico es astuto, toma sus dos brazos y los lleva arriba de su cabeza contra el suelo, le basta una sola mano para sostenerlas, ella es considerablemente pequeña a su lado, teniendo encima el cuerpo de un varón más alto y pesado, no tendría oportunidad así. El rubio se acerca a su oído y le susurra.

-tengo curiosidad de saber que te gusta. La chica desvía su rostro al lado derecho para no verlo a la cara, él pasa su dedo índice sobre el cuello de Ochako.

-empecemos con lo que no me gusta... Tu acoso.

-¿a caso no te gusta esto? ¿entonces por qué tu piel está sensible? Tu respiración está muy agitada también y tu cara parece un tomate muy grande y redondo.

-¡no! ¡déjame irme!
Ochako mueve sus pies de arriba a abajo como niña pequeña que quiere bajarse del columpio y no le llegan sus pies al suelo. Bakugo le tapa la boca con su mano izquierda desocupada.

-¿sabes qué a los acosadores les gusta mas eso, verdad? Que se pongan difíciles. El corazón de Ochako late muy rápido, no sabe hasta donde va a llegar él, lo observa con sus grandes ojos llorosos mientras él la mira con sus ojos rojos.

¿¡Que va a pasar!? ¿¡Que va a hacerme!?

Bakugo se acerca a su cuello nuevamente, exhala sobre su piel aire caliente, los pies de Ochako se retuercn.

¡Maldición! ¡Debí preguntarle a gunhead sobre defensa personal para estos casos!

Después de unos segundos, bakugo toca la clavícula de uraraka con la punta de su lengua, la arrastra desde ese punto hasta el mentón casi al nivel de su oreja, ella está hecha un tomate rojo. Bakugo la mira a los ojos demasiado cerca.

-¿te gusta como se siente, maldita?
Ochako gira sus ojos hacia el frunciendo el ceño nerviosa.

-me gustaría hacer más pero eso sí sería violacíon, sería muy problemático para mí... Pero sí quieres que continúe, solo tienes que pedírmelo y decirme que sí a mi pregunta. Ochako se niega con la cabeza girandola de un lado a otro.
El rubio deja libres las manos de Ochako al igual que su boca.

-¡ba-bakugo! ¡Eres un cabrón!
Dice exaltada respirando profundo

-déjame ir a mi cuarto.

Katsuki se aleja de ella para tumbarse en el pasto, él también está sudoroso y sonrojado un poco, uraraka lo mira confundida.

-vete. Le dice sin nada más el chico.
Ella aprovecha, se pone de pie y corre hacia el edificio de los dormitorios, corre como si estuviese huyendo de algo, y que más que de ese chico tan dominante.

Una vez que ochako llega a su habitación, se encierra y se derrumba recostada a un lado de la puerta, toca su pecho que está acelerado, solo permanece así, por varios minutos sin embargo su corazón aún no se relaja, ella está exaltada. De la nada le nace una idea, ella tiene un impulso, sale de su habitación decidida, va hacia el elevador pero no responde rápido así que ella sube las escaleras de prisa, llega al piso de los hombres, camina por el pasillo de la izquierda hacia la puerta de bakugo, ella toca pero no responde, en eso ve que él está llegando a penas por el mismo pasillo.

-¿hum? ¿veniste a gritarme?
Dice pasando a un lado de ella, abriendo la puerta de su habitación, Ochako tiene la cara enojada, parece que está a punto de estallar.

-si vienes a decir algo al menos hazlo en voz baja, no nos conviene que escuchen los extras. Uraraka le aplica el mismo movimiento que le estaba mostrando a él y lo derriba al pie de su puerta.

-¡ja! ¡Perra maldita! ¿Querías desquitarte dándome una paliza? ¡No será suficiente!
Dice postrado en el suelo con una sonrisa de superioridad, Uraraka en cambio, está nerviosa pero se sienta sobre él, el chico está confundido de lo que la castaña quiere hacer, pero decidida se acerca a él para plantarle un beso, eso sorprende mucho al rubio. Ella le da besos cortos y adorable al salvaje chico que la había ultrajado, después de un par de minutos ella abre los ojos, se da cuenta de lo que hizo en un impulso de deseos profundos y se aparta.

-yo... No sé por qué lo hice. Dice nerviosa sentada sobre de él.

-déjame hacer que lo recuerdes. Bakugo la quita sobre de él para cerrar la puerta detrás de ella, Ochako está sentada a un lado de él en el suelo, el rubio se a balanza sobre de ella para abrazarla rodeandola con sus fuertes brazos y la besa.