El Hijo Del Superintendente ≠Gustabowl≠

||Capítulo 31: Plan||

Nadando miraba desde la cocina, que tenía la puerta abierta, cómo los demás jugaban UNO sentados en el suelo frente a las escaleras de la armería, a excepción de Gustabo que sólo miraba y de vez en cuando le soplaba las cartas que tenía Evo a Xiaomi quien era el turno antes del de Evo.

Mientras tanto él se encargaba de organizar la emboscada para terminar con los de la meta de una vez por todas, esa organización estorbaba demaciado a la suya con la competencia, tenían que quitarla de enmedio.

Como siempre, intentaba sellar cualquier fisura que hubiese en el plan, debía tener todo cubierto para tener el éxito.

–Joder–

Bufo recargando su cabeza en sus manos, apoyando sus codos en la mesa dejando frente a él la libreta con varias cosas escritas y garabatos junto a la pluma negra.

Había una cosa que por la presión de tener todo cubierto no le cuadraba, y ahora tenía que corregir completamente el plan.

Se había concentrado tanto mirando y repasando los puntos escritos en la libreta, que no se dió cuenta de cuando Gustabo había entrado a la cocina, no hasta olfatear ese agradable aroma del omega que le hacía sentir calma.

–¿Todo bien?–

Preguntó Gustabo sentándose al lado de Nadando, había percibido como el olor del alfa había cambiado de uno estresado a uno tranquilo ante su presencia, cosa que lo hizo sonreír un poco.

–No realmente, creí tener el plan completo pero ahora debo hacerlo de nuevo–

Gustabo con curiosidad tomó la libreta entre sus manos para leer lo escrito y ver los garabatos de posiciones para los integrantes de the union dónde se encontraba la organización de los de la meta.

–¿Las posiciones las dejarás?–

–Posiblemente, pero la posición para Evo no me termina convenciendo–

Gustabo dejo nuevamente la libreta y miró a Nadando decidido.

–Déjame ayudarte con el plan–

Nadando sólo se le quedó viendo como si hubiera hablado en otro idioma.

–¿De verdad quieres ayudar en el plan para acabar con la organización?–

Gustabo asintió repetidas veces.

–¿De locos verdad?–

Dijo risueño Gustabo.

–La verdad que sí–

Nadando tomó nuevamente la pluma.

Gustabo quería ayudar a terminar con los de la meta, cosa que Nadando no entendía del todo por Gustabo, que siendo hijo del Superintendente quería ayudar a una mafia a acabar con otra, por más que hubieran entablado una amistad después del secuestro era casi igual de extraño que eso, aunque a Gustabo le parecía una oportunidad para terminar con una organización que por el momento su padre no podría por la situación actual.

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Nadando miraba satisfecho el nuevo plan, había quedado de puta madre, toda fisura había sido cubierta y las nuevas posiciones se veían mucho mejor y con más sentido.

–Parece que tienes una mente maestra–

Dijo Nadando volteando a ver a Gustabo quién comía una gelatina de fresa.

–Bueno, yo siempre estuve presente cuando mi padre hacía sus planes para desmantelar a las mafias fichadas–

Dejó el botecito vacío con la cuchara dentro sobre la mesa.

Nadando miró los lábios del omega por casualidad, manteniendo la mirada en ellos cuando Gustabo los relamió por lo pequeños restos de gelatina, dejándolos húmedos.

Gustabo al darse cuenta simplemente se sonrojó un poco, soltando su agradable aroma que se comenzó a mezclar con el de Nadando.

–Aún tienes aquí–

Tomó el mentón de Gustabo y con el pulgar retiró un pequeño trozo de gelatina de fresa.

–Gracias–

Susurró con el pequeño sonrojo y con una leve sonrisa tímida.

Mientras tanto, Nadando quería besarlo, necesitaba besarlo, pero no podía.

Solamente se acercó al rostro del omega, para pegar sus narices tiernamente, cerrando ambos los ojos y disfrutando el pequeño tiempo de esa manera.

Mientras tanto frente a la armería Evo estaba por salir de quicio por a ver comido 27 cartas.

Nadie se dió cuenta de ese pequeño momento tan íntimo entre Nadando y Gustabo.

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Estuve como media hora tratando de recordar la palabra desmantelar, fue muy equis de JAJA pero al final lo logré uwu