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Xue Yang caminaba con una sonrisa en su rostro, sus manos aferrándose a una canasta llena de frutas que claramente su madre pidió.

"¡Xue Yang, pequeño!" El saludo de un hombre anciano llegó a los oídos del chico, inmediatamente hizo una leve reverencia para el mismo susurrando las palabras "Señor".

Continuó su camino, hoy quería llegar temprano para hacer algo productivo.

Cabe aclarar que cuando él se refiere a "Hacer algo productivo", significa dormir.

El camino a casa era un poco lejos, pues sus padres no se sentían seguros al estar rodeados de tantas personas. Ciertamente Xue Yang y su hermana menor eran los únicos conocidos de su familia.

"¡Niño, niño!" Un hombre llegó a su lado con múltiples productos, él hablaba de sus productos, o de sus precios, no lo sabía.

Xue Yang no tenía ni la más mínima idea de qué hablaba aquel hombre, podía escuchar su voz de fondo. Pero su atención no estaba en él.

Estaba en un pequeño y frágil dulce.

Su boca parecía querer hacerse agua ante la vista del pequeño caramelo, un simple caramelo lo mantenía en ese estado.

Xue Yang quería ir y arrebatarle el caramelo al niño.

"¡Niño!" El repentino grito del hombre le hizo volver al mundo real, él no había escuchado nada.

"Lo siento, ¿Podría repetir lo que dijo?" El hombre frente a él gruñó. Su vista fue rápidamente al lugar donde debería encontrarse el chico con su caramelo.

"¿Deseas uno de mis productos sí o no? ¡No tengo tiempo para poder desperdiciarlo en mocosos!" Xue Yang frunció el ceño antes de girar nuevamente al hombre. Ahora una sonrisa que nunca antes había tenido apareció en su rostro, un sonrisa algo...

¿Extraña?

"Con todo respeto, ¿No tiene una madre que le enseñe modales?" Xue Yang no tenía una familia rica, no tenía una casa lujosa repleta de bocadillos dulces y deliciosos. Tal vez no tenía esa suerte, pero al menos tenía una madre que le enseñó modales desde que llegó a casa.

Xue Yang era adoptado, él llegó a ese hogar incluso antes de que naciera A-Qing.

Pero adoptado o no, era respetuoso.

Era digno de respeto.

"En vista que usted no mantiene respeto a un menor como yo, no tengo necesidad de mantener respeto a un adulto tan idiota como usted. Así que compermiso, tengo cosas más importantes para realizar. Buen día" Sonrió nuevamente antes de continuar su camino, era la primera vez que insultaba a un adulto. Si su hermana estuviera aquí seguramente le estaría gritando en todo el camino sobre sus modales.

"¡Oye, cuidado!" Xue Yang reaccionó tarde, su pie ya había aplastado un pequeño caramelo.

La envoltura del caramelo era azul, y había un poco de líquido chorreando en el suelo. Claramente sus zapatos también tendrían del mismo.

"¿Ves lo que haces? Deberías fijarte por dónde caminas" Su mano izquierda apretó fuertemente la canasta, mientras miraba al chico.

"Lo siento, fue mi error. No noté que había un... Dulce aquí" El alto chico se mantuvo callado, mientras su mano se mantenía apretando una canasta que lucía algo más cara que la suya.

"Song Lan, fue un accidente. Yo pude ver todo" Sus ojos se posaron ahora en un chico algo más alto que él, el muchacho mantenía una sonrisa en su rostro. Xue Yang se quedó sin aliento al verlo estirar un caramelo al más alto.

"Muchas gracias, Xingchen" Sonrió al chico de ropas claras, Xue Yang hizo una pequeña mueca.

¿Ese cara de póker podía sonreír?

¡Xue Yang eres muy grosero!

Se regañó mentalmente a sí mismo antes de oír una risita, una que sinceramente se le hacía conocida.

"Disculpa a Song Lan, son sus dulces favoritos y no tenía intenciones de tratarte de ese modo" Xue Yang estaba por decir "Lo siento nuevamente" Y retirarse, sin embargo, compartió una dulce sonrisa al otro.

"Lo siento, debía prestar más atención. Fue mi culpa" Sus ojos se fijaron en el muchacho alto, el cual abría lentamente el caramelo. Soltó un suspiro y volvió a hablar. "Song Lan, lo lamento".

Y listo, era todo.

El único chico de prendas claras se encontraba susurrando algo a su amigo, hermano o lo que sea. Y aprovechó para poder girar sobre sus talones.

Estaba por retirarse hasta que escuchó una voz junto a una oferta que lo dejó algo sorprendido.

"Acepta un dulce como disculpa de Song Lan" Su rostro se giró al chico y tragó fuerte.

"Xingchen" Xue Yang notó el rostro del más alto, era una mezcla de confusión y molestia.

¿No tenía otra cara?

Xingchen ni siquiera habló, se acercó al menor y tomó su mano para reposar un pequeño dulce en la misma.

"Soy Xiao Xingchen" Sonrió amablemente y miró a su amigo, tal vez sería bueno hacer nuevas amistades. "Y él es Song Lan".

Xue Yang dudó.

¿Debería decir su nombre?

"Me llamo Xue Yang, un gusto Xingchen" Miró el pequeño dulce, la envoltura de este era rojo. Un rojo oscuro, encantador.

"El gusto es mío, Xue Ya—" Una mujer con ropas claras se acercó al niño tomando su mano.

"Xingchen, no hables con desconocidos. Vámonos ya" Xingchen obedeció, o bueno, la obedeció en irse pero su mano se elevó y soltó un pequeño grito.

"¡Un gusto, Xue Yang!" Y se fue junto al chico alto y una mujer delgada.

"Adiós Xingchen" Su mano apretó un poco el dulce, pero en segundos suavizó el agarre. No quería destruir aquel dulce.

Tal vez lo guardaría.

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Y es el segundo capítulo, espero les haya gustado el extraño encuentro de los nenes versión pulgas.
ʕ •ᴥ•ʔ♡

Vine a decir que me imaginé a Song Lan, Xue Yang y Xiao Xingchen como niños. Todo bien bonito :((💕

Dato extra:
─── Xue Yang fue regañado en casa por llegar tarde.

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⏰ Última actualización: Oct 13, 2020 ⏰

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NAUGHTY 淘氣 XUEXIAODonde viven las historias. Descúbrelo ahora