Fake Smile - Todoroki x Tu

Creep

"Capítulo 1"

Otra vez esa horrible sensación de asfixia, empapando las cadenas del columpio con lágrimas.

Era mi momento de soledad, para descansar después de otro largo y cansado día, entonces, ¿porque me miras?

1 hora antes

—¡_______! Vamos a ir a la cafetería de siempre tras las clases, ¿hoy tampoco vienes? -preguntó Ibara, con su habitual sonrisa calmada.

—Lo siento, hoy tampoco va a poder ser -dije sonriente, realmente quería ir, pero estaba muy cansada.

—Jo... Pues nos vemos mañana -sollozó Itsuka, dándome un abrazo de despedida.

—Avísanos cuando puedas venir, ¿si? -dijo Neito con una leve sonrisa, mientras esperaba que Tetsutetsu terminase de recoger sus cosas.

Me despedí de ellos con una sonrisa y me fui alegremente a mi casa. De camino paré en el parque de siempre y me senté en un columpio. Una calle realmente muy poco transitada, un parque medio escondido algo roto y para nada popular, era perfecto.

Desactivé por fin mi don, estaba agotada después de un largo día usándolo, y la misma sensación de cansancio me invadió, como a diario. Tenía depresión, ya había olvidado por cuánto tiempo había estado en ese estado, pero odiaba la sensación que me invadía el cuerpo con toda mi alma.

En vez de intentar hacer algo para mejorar mi estado, simplemente usaba mi don. Este me permitía alterar mis emociones y las de otros. Si, era muy patético, había sobrevivido hasta ahora usando mi don cuando iba a clases para poder pasar un buen día. Si no fuera por el, no podría no levantarme de la cama, pero por desgracia su poder no era infinito y chupaba mi energía poco a poco hasta que ya no podía usarlo más. De ahí a que no saliera con nadie, podría hacerlo, fingir que estoy bien e intentar pasar un buen rato, pero me era imposible por la falta de energía debido al don y a la depresión.

Cuando salía de clases, ese horrible sentimiento deprimente me invadía y me nublaba la vista, y ya que no podía llorar en casa, lo hacía ahí. Lloraba en el columpio, donde nadie me veía.

Hasta hoy.

—¿Estás bien? -una grave voz interrumpió mi sollozo, a veces pasaba alguien pero simplemente me ignoraban.

Al levantar la cabeza y aclararme los ojos, vi a un chico alto, de cabello bicolor, heterocromatico y con una quemadura en su ojo.

—...-giré atrás a ver si había alguien más, pero claramente me lo decía a mi, ya que era la única ahí.

—¿hola? ¿Estás bien? -repitió, saltando la valla que rodeaba ese pequeño parque, lo que me asustó y me hizo dar un brinco.

—¿que haces?

—ir hacia ti, ¿que pasa?

—¿porque? -le miré sorprendida, quería usar mi don pero estaba tan agotada que a penas hacía efecto.

—porque me preocupaste -se sentó en el columpio de al lado y me miró —aunque realmente no sé muy bien qué hacer, lo siento.

Solo le miré, y lloré, seguí llorando levemente mientras él se quedó a mi lado, todo el rato. Era como siempre, pero esta vez pude notar su mano en mi espalda.