De nuevo Alex había pasado todo el día en silencio, ahora no sólo pensando en sus amigos, sino que también en la propuesta de Frank. Analizando pros y contras, se dio cuenta de muchas cosas, muchos hechos que afectaban su decisión, hacían que oscilara entre ambas opciones. Pero finalmente la balanza siempre tendía a inclinarse más a un lado específico que para el otro.
Ahora Alex estaba sentado a la orilla del río, sus piernas no estaban en el agua, en realidad estaban cruzadas sobre el césped, ya tenía una decisión.
-¿Estás bien? –Preguntó Frank, sentándose a su lado.
-Sí... -Dijo. Frank no supo qué más decir, pero Alex tenía algo que decirle- Frank, he pensado sobre tu propuesta.
-¿Ah sí? –Lo miró expectante.
-Sí... -Tomó aire y comenzó a hablar- quiero mucho a mis amigos Frank, nunca se los digo pero es la verdad.
Frank desvió la mirada, intuyendo hacia dónde iba con eso.
-Ellos me recibieron muy bien cuando llegué a Karmaland, he vivido muchas cosas con ellos... pero también sé que son muy inteligentes cuando trabajan en equipo, siempre tienen éxito en sus misiones, por eso creo que si de verdad estuviesen preocupados por mí y me estuviesen buscando, ya me habrían encontrado hace mucho.
-¿Quieres decir...? –Frank volvió a mirarlo. Alex lo interrumpió.
-Frank, no me voy a ir de aquí –Sonrió, mirándolo a los ojos-, quiero estar contigo.
Frank intentó contener su felicidad, fallando. No pudo evitar tomar el rostro del menor para estrellar sus labios contra los suyos, y Alex no se quedó atrás, él rodeó con decisión el cuello de Frank con sus brazos, queriendo que no se separara por nada del mundo. Se besaron con pasión, como aquella noche en Calvaland, Frank comenzó a sentir como su cuerpo reaccionaba ante ese recuerdo y ante los besos y caricias que le daba Alex, y no mejoró cuando Alex pasó una pierna por encima de las suyas y se sentó sobre su ingle. Frank tuvo miedo de asustarlo de nuevo.
-Alex... -Se separó con la respiración agitada- espera, dijiste que no estabas listo y...
-Cállate Frank –Lo interrumpió, y volvió a unir sus labios con lujuria. Tomando por sorpresa a Frank.
El mayor, luego de eso, no dudó en abrazar con fuerza y posesión el cuerpo de Alex para besarlo con más pasión. Alex se separó un segundo sólo para quitarle la camiseta a Frank y poder deslizar sus manos sobre ese trabajado cuerpo. Frank esperó a que se volviesen a unir sus labios para tomar el cuerpo de Alex con decisión y voltearse con él. Ahora él estaba sobre el menor, acorralándolo contra el césped, asechando como depredador su cuello.
-Frank, ni se te ocurra morderme –Advirtió divertido Alex, leyendo la mente del mayor.
-¿Por qué no pequeño? –Preguntó Frank, con una voz profunda que Alex desconocía.
-No quiero marcas –Dijo. Frank rió un poco y prosiguió a besarlo de nuevo.
El primer gemido auténtico vino de Alex, cuando Frank comenzó a moverse sobre él, simulando embestidas suaves sobre la ropa y creando una satisfactoria fricción entre sus miembros. Se mantuvo así durante un rato, logrando que ambos miembros se endurecieran. A Alex le estaba encantando, pero cuando Frank hizo el amague de comenzar a desnudarlo, juntó toda su fuerza de voluntad para hacer una pausa.
-Frank, espera... no sigas –Dijo haciendo una leve fuerza sobre su pecho para apartarlo un poco.
-¿Qué pasó? ¿Hay algo que no te gusta? –Preguntó con miedo de que se arrepintiera.
-Es que... no quiero hacerlo aquí –Dijo como pudo, con su respiración acelerada.
Frank respondió con una sonrisa pícara, se puso de pie y le extendió la mano a Alex, quien no dudó ni un segundo en tomarla y ponerse de pie también, y sin soltarse se dirigieron al interior de la casa, entre risas traviesas y toqueteos atrevidos.
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Forastero | Staxxby en Karmaland
FanfictionTodos viven felices en la comodidad del pueblo de Karmaland, cada habitante convive plenamente con sus vecinos bajo la protección de los dioses, claro que con algunas travesuras de por medio pero sin problema alguno a final de cuentas. Todos prosper...