Capitulo 110

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Lara.

Santiago no regreso. Se hizo la hora de mi cita del café.

Así que tome me cartera y salí. En la entrada me conseguí a Jessica. Me sorprendí al verla.

–Hola Jessica.- dije.

No la había llamado, otro punto para sentirme peor. Ya la dejaba mal por segunda vez.

Jessica se observo por todos lados. Como si estuviera esperando algo.

–Hola Lara.- la notaba aun mas extraña.

–Esperas a alguien?.- pregunte.

Me dijo que no. Pero me pareció extraño.

Jessica estaba esperando a Santiago?

–Jess.- le dije para llamar su atención. Tenia que ayudar a esta chica.- de verdad, si necesitas ayuda aquí estoy. Se que te he dicho varias veces para salir, pero te prometo que esta vez va en serio.- dije.

Sonrió.

–Te parece la próxima semana seguro?.- dijo.

Yo asentí.

Antes de poder seguir hablando llego Maria, así que me despedí de Jessica.

Pero ella se quedo ahí en la puerta de la empresa. Esperando algo.

Nos conseguimos las cuatro en el café. El clic que hicimos de inmediato fue sorprendente. Tal vez me hacia falta una salida de chicas.

–Pero si, Fauricio me dijo que la fiesta de mañana estará sorpréndete. Siempre hace eso para los pasantes. Lamentablemente el no podrá asistir mañana.- Me ahogue y me puse aun mas nerviosa.

–Explicame algo, desde cuando Fauricio esta en Chicago?.- pregunto Anastasia.

Maria hablo entonces.

–El jefe lleva 4 años encargado de esta empresa ubicada en Chicago. Es sorprendente que a su corta edad ya fuera dueño de casi la mayoría de empresas de esta editorial. Al igual que su hermano Mauricio.- Entonces Anastasia de ahogo.

Quería reírme. Adriana se rió, casi se iba de culo.

–MAURICIO ESTA AQUÍ TAMBIEN?.- Anastasia estaba sorprendida.

Mauricio había sido el único novio de Anastasia en Londres. El problema era que Mauricio era como 13 años mayor que Anastasia. Por eso era como un amor clandestino.

Al igual que Fauricio era 9 años mayo que yo. En aquel entonces, yo estaba enamorada de Jeremi. Fauricio me persiguió e insistió, para que yo aceptara estar con el. Ahora estaba pagando tal vez mis malas decisiones de aquel entonces.

–Estas bien Anastasia?.- Pregunto Maria

Anastasia estaba pálida. Yo sabia que la ponía nerviosa el nombre de Mauricio.

–Así que conoces a los hermanos Dantes.- Siguió preguntando Maria.

Adriana tomo un sorbo de café y respondió.

–Si, es que en Londres todos éramos muy amigos, tu sabes.- cambio el tema rápidamente.

Maria no podía saber nada de nuestros pasados. Y sobre todo del mío.

Seguimos hablando cosas de chicas.

Maria en ningún momento toco el tema sobre Santiago. Sabia que podía confiar en ella.

Amigas de confianza, eso era lo que siempre había necesitado.

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora