𝑫𝑨𝑼𝑮𝑯𝑻𝑬𝑹 𝑶𝑭 𝑻𝑯𝑬 𝑾𝑨𝑹 [ 𝔭𝔧 & 𝔥𝔭]

3 | Diagon Allen

xli. Callejón Diagon
Lu

DESPUÉS DE UNA GRAN SIESTA, desperté aproximadamente a las dos de la tarde, mi estómago hizo un ruido implorando comida y Leviatan me quedo mirando fijamente

—¿Que? — le pregunté al dragón —. Tengo hambre, será mejor que bajemos por algo comestible

Me hice una cola alta, Leviatan voló hasta mi hombro y nos dispusimos a comprar algo de comida. Me senté en una mesa y mi pequeño dragón se colocó en frente mío y me observaba con sus pequeños ojos metálicos

—Wow, ¿es un dragón? — preguntó una voz sorprendida

—Sip, Alice — le respondí, Leviatan infló su pecho orgulloso de causar asombro en las personas

—Es hermoso — dijo la castaña

—No le aumentes el ego — le dije en "susurro" causando una pequeña risa en la chica

—¿Necesitas algo? — me preguntó amablemente

—¿Tienen algo de comida?

—Enseguida te traigo algo

Después de unos minutos Alice volvió, con una charola y en ella traía un plato de sopa

— Gracias — le dije cuando colocó el plato en la mesa

—Si necesitas algo más llamame — me respondió

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AL TERMINAR DE COMER, decidí dar un pequeño paseo por el Callejón Diagon para perder algo de tiempo y gastar energías. Mañana es la reunión con el señor Nott y estoy nerviosa por lo que me espera

Caminaba tranquilamente por el Callejón abarrotado de brujas y magos que entraban y salían de las tiendas. De un momento a otro me di cuenta de que Leviatan se había separado de mi lado, ya no estaba en mi hombro como cuando nos adentramos en el Callejón

—Mierda — exclamé — ¡Leviatán!

Mire hacia todos los pero solo veía personas caminando de un lado a otro, pero ningún rastro del dragón de metal

—¿En que momento se fue? — me pregunté — Solo yo pierdo un dragón de bronce celestial en medio de un montón de mortales

Seguí caminando y buscando hasta que choque con una pared y caí de culo... Pero al parecer la pared no era una pared, ¡era una persona!

—Lo siento — dijo una voz y enfrente mio había un pelirrojo de unos cuarenta y tantos años. Tenía varias cicatrices de quemaduras en los brazos. Su cabello anaranjado lo llevaba amarrado en una coleta