Pasaron dos días desde la partida de Kristen. Y después de tanto tiempo fue cuando por fin pude ver a mi mamá, estaba sentada en un la recepción.
- ¡Mamá! ¿Cómo estás? - le pregunté entusiasmada pero no contestó
Llegó la enfermera segundos después de mi encuentro con mi mamá, ví llevaba un portafolio y asumí que era mi reporte médico. Regresé a ver a mi mamá y perdió la cabeza, empezó a gritar como nunca antes lo había hecho, enseguida empezó a llorar y se tiró al suelo, no podía con algo que le habían dicho. Era raro, yo no podía escuchar ni un solo sonido de su voz, solo podía ver su tremenda desesperación y tristeza, no podía comprender que estaba pasando. De pronto mi atención se la llevó Kristen en el momento que entro a la recepción pues entró empujando las puertas y gritándome.
- ¡Adriana! ¡La vacuna está en dos días! ¡Por favor RESISTE!
Las enfermeras la estaban agarrando de los brazos impidiéndole pasar a mi habitación además de tratar de tranquilizarla pues estaba gritando y llorando, Kristen solo quería verme una vez más. Yo la veía incrédula, la escuchaba y no terminaba de comprender lo que estaba pasando.
Es cuando fui a mi habitación y fue donde me dí cuenta que había muerto.
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No Me Hables de COVID-19
Short StoryNo es la misma historia de COVID-19 que te han contado.