1

201 9 0
                                    

Hace dos años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hace dos años...

Habían  pasado solo cuatro días desde que se había deleitado con ese delicioso manjar... Una familia en una pequeña casa en una montaña nevada. Muzan Kibutsuji estaba satisfecho con lo que se había alimentado. 

Él era un demonio muy poderoso, viejo y temido, el primero de su tipo. No le gustaba alimentarse seguido de una o dos personas, no... Si no que lo hacia cada cierto tiempo y aniquilaba grupos de familias. Le encantaba que todo supiera casi igual, los lazos de sangre que no se podían romper... Eran los mas deliciosos.

En ese momento estaba a punto de llegar al centro Tokio. Lugar donde tenia instalado uno de sus bares. Este era uno concurrido que se encontraba en el centro, a los humanos les gustaba el entretenimiento y tenia que admitir que divertirse con una o dos mujeres humanas siempre lo animaba. Eso era algo que le gustaba a Muzan, la sangre en grandes cantidades y la diversión humana. 

Solo ciertos demonios que formaban parte de su circulo mas intimo, sabían de la doble vida de su amo. Fingía ser un humano cuando visitaba sus bares, algo que le daba tanto dinero como poder, daba una cara amable para conseguir todo lo que quería, y luego estaba su verdadera naturaleza, uno de los demonios mas temidos de todo Japón, líder y creador de las doce lunas demoníacas. Un ser despiadado y atroz, sin corazón o piedad con los de su propia especie y ciertos humanos.

Al llegar delante del Tsukuyomi, uno de sus bares mas populares, miro a ambos lados. Las luces de Tokio iluminaban las calles, las personas caminaban alegres y animadas, todos humanos.

-Señor Yoshida- Saludo él encargado de su bar alegremente cuando Muzan entro. Estaba repleto de humanos, había ambiente.- No lo esperábamos hoy, señor Yoshida.

Yoshida era el apellido su nombre humano, Kuran Yoshida no era mas que un humano apuesto amble y rico, dueño de ciertos lugares de entretenimiento a lo largo y ancho de Japón.

-Quería ver como iba el negocio- respondió sentándose en una silla de la barra, mientras el encargado le servia su bebida favorita, no hizo falta que el patrón dijera algo, era costumbre que siempre tomaba su bebida favorita; amazake.

El Tsukuyomi era uno de sus establecimientos favoritos, no solo por la localización, si no por que era uno de los mas grandes, tan solo los dos primeros pisos del lugar estaban dedicados a la comida y bebida, llenos de mesas y una decoración tradicional japonesa, los otros dos pisos eran salones y habitaciones, donde ocurría el entretenimiento y las reuniones.

Muzan se sentía orgulloso de contar con algunas de las Geishas mas hermosas de Tokio, era por eso que parte de la fama del Tsukuyomi se debía al buen entretenimiento y sofisticacion con la que contaba el lugar, algo entre tradicional y moderno.

Sentía las miradas de las mujeres sobre él, y como no, con ese traje blanco hecho a la medida no era sorpresa que casi todo el sexo opuesto fijara sus ojos en semejante hombre tan apuesto, y a Muzan le gustaba. El siempre escogía con quien pasar la noche pero por el momento solo se concentro en tomar de su amazake y ver como fluía el ambiente de su establecimiento.

Demon Slayer  °Tsukuyomi°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora