LA HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA BRUJERÍA
Antes de iniciar un estudio de lo que es la brujería sería conveniente examinar
lo que era, o dicho de otro modo, investigar su historia. Los brujos deben estar
conscientes de sus orígenes; deben saber cómo y por qué fueron perseguidos y
también por qué han vuelto a cobrar su antigua fuerza. El pasado nos puede ense
ñar mucho, ya que aunque ciertos aspectos de la historia nos parecen áridos y
carentes de interés, éste dista en mucho de ser el caso de la brujería. Hoy en
día la brujería está de nuevo triunfante y más viva que nunca.
Se ha escrito un sinfín de libros sobre la brujería, parciales la mayoría, tal y
como veremos a continuación, y objetivos unos pocos de los publicados reciente
mente. La difunta Dra. Margaret Murray siguió las huellas del movimiento hasta
la edad paleolítica de hace unos 25.000 años. Ella considera que la brujería ha per
durado, de un modo u otro, hasta el presente, siendo además una religión bien
organizada en toda la Europa occidental siglos antes de la era cristiana. En los
últimos años, varios expertos han puesto en duda mucho de lo afirmado por ella.
Sin embargo, ella presentó mucha evidencia palpable y gran cantidad de materia
interesante y sus teorías sobre la magia utilizada para fines religiosos siguen toda
vía en pie.
Hace veinticinco mil años el hombre paleolítico cazaba para sobrevivir. Única
mente una buena caza le proporcionaba comida, pieles para abrigarse y huesos
destinados a convertirse en herramientas y armas. El hombre de aquellos tiem
pos creía en una multitud de dioses. Ante la fuerza arrolladora de la naturaleza
atribuía un espíritu, una divinidad a cada uno de sus elementos. Denominamos ani
mismo a esta creencia ya que según el hombre primitivo era un dios que controla
ba el viento, un dios que controlaba el cielo, un dios que controlaba las aguas pero,
principalmente, un dios que controlaba lo más importante, la caza ... un Dios de
la Caza.
Puesto que la mayoría de los animales llevaban cuernos, era lógico que se re
presentara también con cuernos al Dios de la Caza.
Era entonces que la magia se entrelazaba con la todavía pristina religión, sien
do probablemente su forma original la de la magia simpática. Existía la creencia
en la atracción mutua. Por ejemplo, si se iniciara una caza después de construir,