CAPITULO 24 ( FINALMENTE Y COMO NUNCA)

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Los meses habían transcurrido rápidamente sin si quiera notar que faltaban un par de estos para completar los dos años desde que salieron de Arendelle, cada día había sido una aventura nueva y diferente para la pareja. El extenso recorrido que habían hecho, los llenaba de satisfacción, conocer nuevas culturas, nuevas tradiciones, nuevos lugares se había vuelto una experiencia increíble para ambos, disfrutaban cada lugar lo mejor que podían hacerlo. Habían viajado tanto por tierra como por mar, teniendo la oportunidad de conocer el yacimiento de las ruinas precolombinas en Bolivia, poder disfrutar de un hermoso parque nacional ubicado por una ruta de selva tropical, pasear por los diferentes mercados del lugar. Explorar la ciudadela Inca con el templo del sol, mas conocida como Machu Picchu, descansar frente al enorme lago Titikaka, pasar las festividades de fin de año en Cusco y formar parte de tradiciones completamente diferentes a las que pertenecían en sus respectivos reinos, era algo que no tenía igual... Claramente era una festividad impuesta por los colonizadores pero los lugareños la disfrutaban mucho y a su manera optaban por realizarla de la mejor forma posible. Tal vez las festividades podrían ser muy diferentes, sin embargo esa época los había hecho extrañar sus respectivos hogares, en especial a la rubia...

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Sentada en una pequeña banca observando el festejo desde el balcón de su habitación en la modesta posada mientras en sus manos sostenía una taza de Té de coca, una bebida milenaria caliente hecha a base de hojas de coca, la cual estaba disfrutando mucho, la música, la gente, el ambiente la hacían tan feliz, sin embargo extrañaba su reino, las tradiciones de Arendelle, finalmente las había recuperado junto con Anna pero ahora estando lejos no sabía si ella seguiría con esas tradiciones o si simplemente las había dejado de lado... Un suspiro melancólico escapó de sus labios junto con una sonrisa melancólica... -Arendelle...-Pensó... Una lágrima recorrió su mejilla dejando el rastro de tristeza y añoranza que no podía ignorar, habían pasado ya muchos meses y aún no se sentía lista para volver, quería y moría de ganas por ver y abrazar a su sobrina, compartir una vez más estas fechas con ella pero... Aún no era el momento. Sintió que la puerta de la habitación se abrió por un momento para después volver a ser cerrada suavemente... 

-¿La estas pasando bien? - Preguntó el pelirrojo caminando desde la puerta hacia el balcón, mientras llevaba en una mano un tarro de cerveza y en la otra un plato con diferentes tipos de comida para ambos. 

-Si... -Dijo ella tranquilamente mientras sonreía para disimular lo que estaba sintiendo.- ¿Cerveza? 

-Solo por hoy... -Dijo de inmediato él mientras se acomodaba junto a ella-

-Ok... -Dijo ella posando una vez más su mirada en la gente del pequeño pueblo que disfrutaba la música entre bailes y risas. 

-¿Que quieres hacer más tarde? -Preguntó él colocando el plato en medio de ellos dos. -Supe que hoy por ser noche buena habrá una fiesta enorme en la plaza, sería agradable ir ¿No crees?No es hasta altas horas de la noche. -Continuó mientras comía- Después de eso podríamos regresar aquí y no sé...

Elsa lo miró de reojo... Mientras escuchaba la algarabía que ocurría debajo de ellos.

-Si...- Dijo tranquilamente, su mente no estaba del todo ahí- Estaría bien.

Hans se quedó observándola con atención mientras comía. 

-¿Te pasa algo? -Preguntó y de inmediato bebió un poco de cerveza... La conocía tan bien.- 

-Uhmm no... Es todo muy bello aquí.

-Pero extrañas Arendelle.

La rubia suspiró haciendo todo el esfuerzo del mundo para no dejar salir su llanto... No quería estropear la fecha. El silencio en ese momento entre ellos dos fue sepulcral... Sin más alguno de los dos tenía que romper con el.

EVER AFTER IN THE SEADonde viven las historias. Descúbrelo ahora