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—¿Por qué querría yo besarte? —miró a los ojos de Yoongi haciendo una mueca de asco.

—¿Y por qué querría hacerlo yo? —observó sus labios, sus ojos, y sus labios otra vez.

Luego de una intensa mirada, sus rostros se acercaron simultáneamente. Unieron sus bocas con delicadeza, apenas apoyándose entre si.

Ambos esperaron a que el otro se alejara.

Pero ninguno lo hizo.

Yoongi atrapo el labio superior de Taehyung con los suyos. Se sentía raro. Una sensación extraña recorrió su cuerpo cuando Taehyung tomó su labio inferior y lo succionó apenas.

Todo sucedía en cámara lenta. El beso era muy calmado e intenso.

Yoongi sintió la respiración de Taehyung acelerarse, y entonces giró su cabeza hacia la izquierda, abriendo un poco más su boca y buscando tímidamente su lengua.

Taehyung estaba nervioso. No sabía por qué, pero su corazón iba a salirse de su pecho si seguía latiendo de esa manera. Debía ser porque sabia que se arrepentiría de lo que estaba haciendo al día siguiente.

Ladeó su cabeza hacia la derecha cuando sintió la lengua de Yoongi. Entonces el beso se hizo más intenso cuando éstas comenzaron a rozar entre si.

Yoongi levantó temeroso su mano derecha, y muy lentamente lo tomó por la nuca, metiendo sus dedos entre su sedoso cabello. Sintió su aroma: olía a limpio y a algún perfume extremadamente masculino.

Taehyung sintió pánico al caer en cuanta de lo que estaba haciendo, pero no pudo -o no quiso- detenerse. Prefería pretender que nada había sucedido al día siguiente, antes que parar en ese momento. Algo en la personalidad del paliducho repentinamente lo encendió.

Sin cortar el beso, llevó su mano hacia su abdómen y la metió bajo su camiseta. Lo acarició con timidez, aunque quisiera poder ser como el chico seguro que era siempre, estaba nervioso. Pasó su mano por todo su flaco pero marcado abdómen, sintiendo algunos abdominales bajo su fina piel.

Yoongi se acomodó sobre el sillón sin deshacer el beso y se acercó girando su cuerpo hacia él, pensando: ¿A dónde demonios está el loco que me arrancaría el labio y se lo tragaría con una sonrisa? No era para nada lo que hubiera esperado, pero le estaba gustando ver ese lado escondido de Taehyung.

Lentamente lo empujó hacia atrás, y se subió sobre él, metiéndose entre sus piernas.

¿Cómo es que de repente estaban casi  llegando a segunda base? era la pregunta que se hacían los dos en sus mentes mientras se besaban inmensamente.

Yoongi lanzó la manta que estorbaba al suelo, y luego metió la mano debajo de su camiseta. Tenía ganas de besar su cuello, pero sentía que si dejaba de besar sus labios, Taehyung lo alejaría.

Se despegó de él y apoyó su boca sobre la tersa piel de su cuello, y en ese instante, Taehyung lo empujó suavemente hacia atrás corriendo la cara incómodo, y mirando hacia la televisión.

Yoongi entendió: eso era todo.

Salió de encima suyo con cuidado. Levantó la manta del suelo, y se sentó con cara de póker en la posición en la que estaba antes del beso.

Taehyung se sentó a su lado y los dos se taparon con la manta.

Continuaron mirando la película en silencio, como si nada hubiera sucedido.

Que incómodo.

Pronto, luego de el silencio más incómodo de sus vidas, los dos se quedaron dormidos sobre el sofá.

Yoongi despertó repentinamente y vió la televisión encendida, giró la cabeza para ver por la ventana: era de día.

¿Que mierda? dijo en voz baja, y miró hacia su otro costado; la cabeza de Taehyung se apoyaba sobre su brazo mientras dormía. Lo observó por unos segundos. ¿Que mierda con el beso de anoche? pensó, y se sintió muy incómodo. ¿Cómo haría ahora para verlo a la cara todo el día? Suspiró frustrado.

Dada la luz que ingresaba por la ventana, suponía que se habian quedado dormidos para ir al colegio. De nuevo.

Empujó con cuidado la cabeza de Taehyung y puso rápidamente un almohadón en su lugar. Éste siguió durmiendo sin darse cuenta.

Yoongi se levantó silenciosamente, apagó la televisión y tapó los pies de Taehyung que estaban descubiertos. Caminó hacia la cocina y miró la hora en su reloj de muñeca: 09:21. Giró los ojos. Iban apenas cuatro días de clases, y ellos ya habían faltado tres.

Se estiró, bostezó, y comenzó a preparar el desayuno para la princesa.

Taehyung despertó con el ruido de un cuchillo y se sentó exaltado sobre el sofá. Llevó asustado la mano a su pecho, pero se tranquilizó cuando vió que era Yoongi en la cocina, y no un enmascarado cortándolo en pedazos, como lo que estaba soñando antes de despertar.

Del Odio Al Amor, Hay Una Botella De Ron © (Primos 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora