Logan y la señorita.

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Narra Logan.

El lunes por la mañana antes de que mis padres se fueran le dije que no tenían que preocuparse por ____, les dije que todo había acabado y nada malo iba a pasar, mi madre no dijo nada, mi padre solo le dijo que estaba conforme, ni siquiera contento, ni siquiera me dijo que no le importaba, estaba conforme.

Mis días siempre habían estado vacíos, sin nada que hacer, solo me quedaba hacer tiempo y esperar a que ____ llegará, no me di cuenta de que sin ella conocería lo que verdaderamente es un vacío.

No tenía ganas de nada, no quería salir, no quería ver la televisión o revisar mi celular, no me daban ánimos de pararme a comer o ducharme, todo el día solo quería estar en mi cama, con las ventanas cerradas, las cortinas casi engrapadas, no quería ni siquiera que entrara un solo rayo de luz, aunque por la noche, me era muy difícil quedarme en cama, quedarme en la habitación me dolía.

No podía estar en ningún rincón de la casa, incluso sentía ganas de ir a la habitación de mis padres y dormir con ellos, como un niño asustado.

No podía estar en ningún lugar, pero me sentaba en el sillón de la sala, esperando que llegará por la puerta trasera y al entrar brincara en mi y me besara. Esperaba toda la noche, cuando caía el sol mi corazón se volvía a romper. Volvía a la cama y me tiraba en ella a dormir.

Mi semana transcurrió con esa nueva normalidad para mí, solo un día mi madre entro preocupada, diciéndome que era la cuarta vez que llegaba de trabajar y el desayuno que me había dejado estaba casi intacto. Si comía, solo no lo suficiente, y su mayoría eran galletas o cereal solo.

Pam: ¿Está todo bien contigo? -asentí- ¿Es por la chica? ¿____?

Logan: no, hasta tu sabes que solo las uso para una cosa -me sentía irritado y aunque había hecho notar un poco de preocupaciones por mi, no era lo que necesitaba, yo la necesitaba a ella.

Pam: decías que era diferente -y lo era

Logan: pero yo soy el mismo -me harté y me tire en la cama cubriéndome la cara con las cobijas- cierra las puertas al salir -solo suspiro y no dijo más, sabía que no iba a a conseguir más de mi, y no tenía tiempo para intentarlo.

Pasaron más días, ni siquiera sabía que día de la semana era ¿Era viernes? ¿Lunes? No podía decir con certeza cuántos días habían pasado, el tiempo se sentía demasiado lento sin verla, y a la vez pasaba muy rápido, era un bucle demasiado extraño.

Me encontraba en cama, como siempre, con las cobijas hasta el cuello, con algunas lágrimas recorriendo mis mejillas, no me sentía débil por llorar, quería incluso gritar, hacer un espectáculo como un niño pequeño mientras lloraba hasta quedarme seco, pero estos es todo lo que salía de mi.

El timbre sonó, no me importaba quien era, no planeaba levantarme, aunque quisiera no sentía las ganas, podría decirle a mi cerebro que se levantada y mi cuerpo no lo permitiría.

Pero la persona que fuese era demasiado insistente, estuvo un montón de tiempo tocando, era tan irritante que con mucho enojo y pesadez me levanté de la cama y fui hacia abajo.

Logan: ¡Ya voy! -grite desde las escaleras, peor la persiana seguía picando el timbre- ¿Quien? -abrí enojado, me sorprendí de ver, de nuevo, a la señorita Mariel de pie frente a mi puerta

SrtaMariel: buen día señor Henderson -me miro de arriba abajo, tenía unos pantalones de pijama de cuadros y una playera blanca, que ya casi dejaba de ser blanca

Logan: buenos días -dije con un poco de hipocresía

SrtaMariel: ¿Se encuentra usted bien?

Logan: de maravilla -le sonreí como pude- ¿Qué se le ofrece?

SrtaMariel: quería invitarlo a comer conmigo

Logan: no gracias -me dispuse a cerrar la puerta, pero me lo impidió con su brazo

SrtaMariel: ¿Por qué?

Logan: porque la última vez que me invitó a algo fue el peor día de mi vida -mis ojos se cristalizaron un poco, creo que ella noto eso, parpadee para que no se notará más

SrtaMariel: comprendo y es justo por eso que quiero invitarlo, se que no tiene amigos y aunque no le ofrezco una amistad tal cual, si le ofrezco mis oídos y apoyo

Logan: no la necesito, gracias -se nuevo intenté cerrar la puerta, lo logré, pero ella grito algo desde afuera

SrtaMariel; tengo notícias de ella, son buenas -mi curiosidad ganó y abrí solo unos centímetros

Logan: ¿Que notícias? -mi corazón comenzó a latir muy rápido por solo pensar en ella

SrtaMariel: se las contaré en la comida -sonrió

Logan: ¿A qué hora? -levante la ceja

SrtaMariel: a la 1 ¿Le parece bien?

Logan: intentaré ir -cerré la puerta definitivamente.

Aunque no tenía ánimos me bañe e intenté arreglar, en realidad sabía que saber de ella solo me dañaría más, pero no podía evitar sentir una enorme curiosidad.

No le veía totalmente presentable, peor tampoco me veía en mal estado, incluso me afeite, cosa que no hacía hace mucho,  cuando ví el reloj era la una, corrí escaleras abajo y salí de la casa.

Toque el timbre de la academia, me imaginé que ella podría abrirme, sabía que eso no pasaría. La señorita Mía me dió la bienvenida y me guió hasta el fondo de la academia. Vi uno de los salones, pasamos por el comedor y entramos a la cocina, dónde le fui hasta la puerta de atrás, que dab aa un pequeño porche dónde había un mesita, la señorita Mariel ya estaba ahí.

SrtaMariel: me alegra que hayas hecho espacio en tu agenda -me indico sentarme

Logan: ¿Cuál es la noticia? -fui directo

SrtaMariel: ¿No mueres de hambre? -me miraba sonriente- Mia dile a Oliva que sirva la comida, por favor -ella asintió y entro a la casa

Logan: ¿Entonces?

SrtaMariel: ¿Cómo le ha ido señor Henderson? -me esquivaba

Logan: ¿No me dira nada? -otra señorita, Olivia supongo, nos puso la comida en la mesa

SrtaMariel: te gustará -supuse que no me diría nada hasta que terminara la de comer

Me dispuse a seguir su juego, realmente todo lo que podía perder era mi tiempo, después de comer ella le agradeció a Olivia. 

Logan: no sé si seguirá sin decirme nada, o si hay algo que decir en verdad

SrtaMariel: recibí una hace dos días -no quise hacer notar que no sabía cuántos días habían pasado o que día era- el viernes, de la madre de ____ -entonces era domingo, por eso no había nadie en la academia

Logan: ¿Ella está bien?

SrtaMariel: lo está, recibió su carta de Brown -me sentí feliz por ella, sabía que era todo lo que quería

Logan: estoy feliz por ella, aunque imagino que para ustedes no fue una sorpresa

SrtaMariel: jamás me lo han dicho, pero yo supuse que su padre o el señor Schmidt ya habían arreglado su estadía ahí.

Logan: otro paso del plan, listo -suspire

SrtaMariel: hiciste lo correcto -tomó mi mano que estaba sobre la mesa- hoy ella celebrará junto a sus viejos amigos, creo que realmente estará feliz

Logan: seguiré cuerdo mientras usted me jure que de verdad es feliz -le fui muy sincero, por lo que esperaba que ella lo fuera- y le pido jamás me mienta

SrtaMariel: le prometo comunicarle toda la verdad, la verdad que me llegue a mi -acepte eso.

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