Baby, you're a caramel macchiato | SeXiu

Baby, baby, tonight...

"Sehun-ah, ¿acaso no te gusta otra cosa que no sea el Bubble Tea?"

"Hasta ahora, hyung, no he encontrado algo que sea más delicioso"

"Sehun-ah" repites en tu cabeza sin cansancio, una y otra vez de una forma desesperante pero placentera, recordando la manera en la que sus labios se mueven diciendo tu nombre. El tono de su voz es música para ti y la sonrisa que te regala es lo que te hace sentir mariposas en este momento. Que absurdo.

Absurdo también que tus manos estén sudando por lo nervioso que estás, absurdo que sea por estar con tu hyung, pero más absurdo aún, es el darte cuenta de que todos —o por lo menos el cajero, las y los meseros y las personas que están detrás tuyo— están mirándote de una manera extraña. Probablemente porque te estás ríendo al recordar los momentos de hace unos minutos, probablemente porque no se pueden creer que Oh Sehun esté ahí parado comprando un par de bebidas o simplemente porque quieren que quites tu cara de idiota, tomes los vasos que están frente a ti, le pagues al pobre cajero (que por cierto se ve de tu edad pero no es tan alto como tú) y te muevas de la fila de una vez por todas.

Con la mirada pides disculpas y un leve sonrojo se apodera de tus mejillas delgadas mientras pagas la cuenta, tomas ambos vasos de líquido (uno caliente y el otro frío) y sales de la fila esperando que el hombre que parece abogado harto de su vida deje de mirarte como la escoria que probablemente eres para él y las personas de la fila. En tu camino comienzas a pensar que si no fueras un idol probablemente estuvieras sirviendo en una cafetería y robando uno que otro vaso de tu bebida favorita, tal vez hubieras sido el arquitecto que tu padre te decía que serías o hubieras continuado el intento de convertirte en cantante y bailarín. Antes de seguir con tu reflexión sobre la vida, volteas a ver por donde vas, para evitar chocar con alguna mesa, pero como un imán, tus ojos automáticamente se posan en tu hyung con quien no tuviste problemas para identificar. No es porque te has memorizado la ropa que trae el día de hoy o porque sabes que la mesa en la que está sentado esperándote está en el fondo (justo como él lo prefiere, no le agrada mucho que todos se les queden viendo. Igual, ¿a qué idol le gusta eso?) Es tu instinto, tu corazón es el que te dice a dónde voltear. Ahora sonríes aunque internamente te mueres de risa, pues tu naturaleza no es -para nada- ser romántico, aunque por tu hyung realmente no importa.

Y ahí está, mirando a su teléfono, tal vez mensajeándose con alguien (tú prefieres pensar que está jugando) y te acercas a él, tratando de no demostrar tu nerviosismo de nuevo. Ahora estás recordando lo que pasó esta mañana, su sonrojo al saber que estaba preocupado por ti, pues según él tenías fiebre de tan rojo que estabas, tu tartamudeo al invitarlo a salir y ahora mismo que vas a estar frente a frente con él, platicando y pasando un lindo momento.

Ahora que te encuentras a centímetros de él te quedas petrificado, Minseok-hyung te voltea a ver.
Se siente como si fueran los únicos existentes en esa cafetería, o tal vez del mundo entero.

"Lamento la tardanza hyung" dices con una leve sonrisa al rozar tu mano con la suya mientras toma su vaso. Te sonríe y de nuevo sientes una montaña rusa en tu estómago.

"No tienes que preocuparte, no te tardaste ni cinco minutos" no sabes si te lo dice para hacerte sentir bien o por si es la verdad, pues para ti fueron horas las que pasaste en la fila, igual agradeces que no te haya visto sonreír como un imbécil. Te sientas en la silla frente a él y tomas un poco de tu Bubble Tea de chocolate antes de hablar.

"No pediste americano esta vez hyung."

"Hoy quise probar algo diferente, escuché que este sabor es muy bueno." dice refiriéndose a su macchiato de caramelo, al cual le da un sorbo mientras mira hacia la ventana.Te sientes confundido, incluso su presencia te marea levemente, pues no sabes qué te gusta más de tu hyung; el delicioso aroma de su colonia (la cual es también de Yixing pero simplemente en él huele deliciosa), sus ojos con un felino delineado natural, su voz tranquila o su sonrisa tiernamente tímida. Sigues su mirada, te das cuenta que se ha quedado viendo los arboles que poco a poco se quedan sin hojas, pues apenas comienza el otoño.