Sophia
Abrí los ojos, la molesta luz entraba por mi ventana. Miré el reloj en mi mesita de noche y eran las diez de la mañana.
Había algo raro.
No me podía mover porque alguien me estaba abrazando y entonces mi cerebro se despertó.
Me moví un poco para darme la vuelta y ahí frente a mí, en mi cama, abrazándome, estaba un Alex completamente dormido. Se veía tan dulce dormido, tan tranquilo.
Entrelace mis dedos por su cabello y sonrió. Pero seguía con los ojos cerrados.
- Buenos días solecito.
- Mmm, vuelve a dormir.
Sonreí y justo cuando abrí la boca tocaron mi puerta.
- Sophie, ¿Ya despertaste cariño? Desayunaremos afuera, ya estamos todos.
Alex abrió los ojos de golpe y yo le tape la boca.
- Si mamá enseguida bajo.
- De acuerdo. Que sea rápido.
Después de unos minutos y cuando me asegure que mi madre ya había bajado le quite la mano a Alex de la boca.
- Por mucho que quisiera que siguiéramos dormidos, debes irte.
- ¿Tan rápido te deshaces de mí?
Un hermoso Alex con cara de perrito me empezó a hacer cosquillas. Me reí lo más silenciosa que podía mientras me retorcía y el seguía haciéndome cosquillas.
- Ahhh Alex ssshh nos escucharan.
- No me importaría conocer a tu mamá.
- Ohh estoy segura que tendrás una explicación del por qué amaneciste en mi habitación.
- Mmm de acuerdo mejor no.
Me levante para empezarme a arreglar. Fui al baño que tenía en mi cuarto y me puse un short y una blusa. Alex no dejaba de mirarme mientras recogía mi cabello en una cebolla. Después de muchos intentos y cabellos que nunca quedaron en su lugar me maquillé un poco. Vi a Alex a través del espejo. Seguía con cara de dormido sentado en mi cama y sin dejar de verme.
- ¿Te quedarás ahí todo el día?
- Me gusta verte.
- Ya me doy cuenta. Anda debes irte, no quiero correrte.
- Muy bien ¿Puedo usar tu baño?
- Da gracias que hay uno en mi cuarto porque no te dejaré salir por esa puerta.
- ¡Sophiaaa! Voy a subir por ti si no bajas ya.
- ¡Ya voy mamá!
Alex salió en ese momento del baño y Dios se veía tan guapo. Probablemente yo seguía borracha.
- Te veré mañana entonces.
- Por supuesto. Conduce con cuidado.
- Cuídate tú también.
En un movimiento rápido Alex me dio un beso corto y dulce. Yo sonreí inconscientemente. Entonces abrió la ventana, bajo por la enredadera y se fue. Me dijo adiós una vez que estuvo frente a su carro.
Mierda.
¿Qué me estaba pasando? ¿Qué estábamos haciendo? Bien dicen que las consecuencias llegan siempre al día siguiente. También leí una vez que todo lo que hicieras después de las doce de la madrugada te iba a dejar secuelas. Cuánta razón tenían porque la había pasado genial con Alex ayer, había ganado una apuesta, nos habíamos besado y ahora cargaríamos con las consecuencias de todo lo sucedido.
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Love sucks
Teen FictionSophia es libre no quiere un novio, eso no es lo que busca. Ella quiere diversión y nada más. Este es su juego y ella es la mejor en él, por eso cuando Alex llega a su vida ella sabe que él es igual que ella o peor. Ella no quiere saber nada de él...