Sam acababa de salir del aeropuerto de Kalos. Él había hablado su amiga de la infancia Serena para que pudiesen ella y su madre ir a recogerlo, recibiendo de ellas una respuesta afirmativa.
Nada más pisar Ciudad Luminalia, Sam ya comenzó a extrañar Alola. No le gustaba la gran ciudad, él prefería campo y el mundo rural al que estaba acostumbrado en Alola, pero al ver a su amiga y la señora Vera, sonrió y se dirigió a ellas.
-¿Cómo ha sido el viaje, Sam?-le preguntó la señora Vera.
-Al principio me daba miedo-admitió-Nunca había subido en un avión, pero enseguida me acostumbré... Esto es Ciudad Luminalia, ¿no?
-Sí, antes de ir a casa vamos a hablar con el profesor Ciprés. Serena va a comenzar la aventura a la vez que tú, así que vamos a ir a que os reserve dos pokemon.
Sam asintió emocionado y, arrastrando su maleta, comenzó a seguir a la madre de Serena, conversando animadamente con su amiga.
-Serena, ¿es cierto que aquí en Kalos no hay pruebas?
-Sí-asintió Serena-Aquí hay gimnasios, ocho. Si consigues ocho medallas puedes enfrentar en la liga a poderosos rivales.
-Mola... Quiero participar. ¿Tú lo harás?
-No. Yo voy a participar en espectáculos pokemon-explicó-Voy a convertirme en la reina de Kalos. Ese es mi sueño.
-Pues yo voy a ser el entrenador pokemon más fuerte, ese es mi objetivo... ¿Viajaremos juntos, o mejor separados y vamos viendo nuestros avances?
Serena se llevó un dedo a la barbilla pensativa y miró al cielo.
-Por separado. Vayamos viendo poco a poco nuestro avances.
Sam sonrió ampliamente y asintió de acuerdo, chocándole el puño a su amiga.
Enseguida alcanzaron el laboratorio del profesor Ciprés. Era, de lejos, mucho más increíble que el de su hermano, el profesor Kukui.
Era enorme y estaba repleto de pokemon que correteaban por todos lados, seguidos por un gran Garchomp, que parecía ser el líder de los pokemon del lugar.
Entonces apareció un hombre joven, de edad semejante a su hermano, vistiendo una bata blanca.-Buenos días, Vera. Veo que vienes con tu hija y el joven hermano de Kukui.
-Soy Sam Kukui, tengo diecisiete años y voy a comenzar mi aventura pokemon. Un placer.
-Yo soy Serena Yvonne, tengo dieciséis años y también voy a iniciar mi aventura pokemon.
-Pues os comento. Dos aprendices míos, Tierno y Trovato, van a ir mañana a Pueblo Acuarela con vuestros pokemon. Yo mismo he seleccionado cuales vais a recibir en función de vuestras personalidades-explicó el profesor-Creo que vais a estar muy de acuerdo con ello. Serena, Shauna, de Pueblo Boceto, también recibirá pokemon... Creo que os conocéis.
-Sí, es una buena amiga. Íbamos a pasar la tarde junto a Sam.
El profesor Ciprés sonrió.
-Me alegro. Una vez tengáis vuestro equipo, espero veros dentro de poco en mi laboratorio para ver vuestros avances.
-Pasaremos de visita en cuanto antes, profesor-dijo Sam levantando el pulgar-Lo prometemos.
Y los tres juntos salieron del laboratorio, donde los esperaba un taxi que los llevaría a Pueblo Boceto.
Sam miraba por la ventana emocionado por ver pokemon tan raros para él por todos lados. Reconocía de vista a alguna por Alola, pero la gran mayoría le resultaban extraños.
Durante un momento le pareció ver a un pokemon volador de gran tamaño, de color rojo y negro, pero en cuanto se dispuso a entornar la miraba para observarlo con más atención, desapareció.
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Aventuras de Sam Kukui
FanfictionSam Kukui siempre ha querido realizar el recorrido insular, pero el Kahuna le dijo que si quería hacerlo, iba a tener que iniciar su aventura pokemon y aprender de ellos. Por ello, decide viajar a Kalos, para tener la experiencia necesario para cump...