Santiago.
–Vamos?- le preguntaba a Jhon, sobre si quería ir a la fiesta de la fraternidad.
–Esta bien, le diré a Anastasia.- dijo.
Ojala no le fuera decir a mi desgracia: Lara. Pero no quise decir mis pensamientos en alto, yo se que esto le afectaba a Jhon. El ni siquiera sabia sobre el problema de hoy.
Cuando termine de trabajar Lara y yo ni nos hablamos. Solo cerramos la oficina y cada quien siguió por su lado. Ya quería que se acabara esta semana y ya.
Una hora después estábamos arreglados y todo.
Bajamos y en el estacionamiento estaba Ana esperando, hoy no estaba Lara acompañándola. Un punto bueno a mi favor.
Pensé en escribirle a Blair. También le escribí a Alison, por si acaso necesitaba una segunda opción.
La casa estaba llena de universitarios locos. El jardín con piscina estaba repleta de personas casi desnudas. Esto se iba a descontrolar.
La cara de Jhon no era agrado.
Nos sentamos en uno de los grandes muebles de la fraternidad. En un circulo, venia algo que nunca faltaba en este tipo de fiesta como lo era los juegos un poco subidos de tono.
Dos chicas pelirrojas se sentaron con Tiago, mientras Eric estaba acompañada de una chica morena.
Alison apareció de la nada y se sentó a mi lado. Llevaba rato buscándola.
Ella sonrió y se me acercó al oído.
–Podemos hablar...-dijo con voz seductora al mismo tiempo que se acercaba a mi oído.- O podemos hacer cosas como en los viejos tiempos.- dijo.
–Que te parece después del juego?.- le dije nada mas para nosotros, que nadie escuchara.
Tiago trajo una botella.
Jhon y Anastasia estaban sentados apartados. Obvimente el celoso de mi primo no dejaría que Anastasia jugara estos juegos.
Después de una hora ya Eric estaba encerrado en uno de los armarios besándose con tres chicas.
Mientras Tiago tenia a una en la piernas y otra en un brazo.
Mis amigos eran el mismo desastre que yo.
La botella giro y me señalo.
Entonces la pelirroja amiga de Eric me reto a quitarme la camisa.
No me molestaba para nada eso.
Todas se quedaron boquiabierta mirando, hasta Alison que había visto millones de veces lo mismo y seguía babeando.
–Santiago que rico estas.- dijo la pelirroja.
Sin pudor alguno, quería reírme a su comentario.
Después giraron la botella de nuevo y me retaron de nuevo. De un momento a otro estaba en un cuarto con Alison y la chica de cabello rojo.
Necesitaba distraerme y esta era la mejor opción.
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Aléjate o déjate llevar
Novela JuvenilLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...