Sueño

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Un día soné, soñé en un lugar que nunca había visto, un lugar que me inspiraba nostalgia, un lugar que al verlo me hacia sentir un cálido pesar en mi corazón que se implantaba tan profundo que al despertar seguía allí sin importar que hiciese, ese sentimiento, ese calor seguía allí y no podía quitármelo, incluso despertaba con el olor a pasto mojado por la brisa de la mañana.

Después de varios días deje de sentirlo y me alegre mucho cuando eso paso, seguí con mi vida, seguí con mis actividades diarias las cuales no son tan divertidas e interesantes si me preguntan, hago lo mismo cada mañana con alguna que otra variación; levantarme, desayunar, conducir hasta el trabajo, sentarme en un escritorio, trabajar, comer, platicar con personas, conducir a casa, pasar por algo para comer o para cocinar, cocinarme algo, ver algo en la televisión, dormir... Aquí es donde todo comenzó, ese sueño, esa colina; cuando pensé que todo había acabado volví a soñar de nuevo, la colina se poso ante mi contra el sol, un sol resplandeciente que no quemaba, era un sentimiento cálido en mi pecho que me hizo sentir bien, voltee hacia la colina, una colina verde que me hacia sonreír, un viento sopló y nada más paso, solo el sentimiento de nostalgia vino a mi y ese calor que no puedo olvidar. Desperté, desperté con lágrima en los ojos y con ese sentimiento de que algo me faltaba el cual detestaba con todo mi ser, no me quiero sentir así, no quiero sentir nada, tan solo quiero vivir normal cada mañana sabiendo que todo esta bien pero este sueño me perseguía.

Volví a soñar la colina tres veces más en el transcurso de un mes, siempre era lo mismo, la misma colina, el sol, el sentimiento, el viento, ese olor de la brisa, y nada más, nada cambiaba en este sueño recurrente. Lo único que quería era ya no soñar, no podía tener este sentimiento que me hacia sentir que algo importante me hacia falta.



Más allá de la colinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora