Capitulo 17 (2)

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Será corto. :)

Siento como me levantan del lugar en el que estaba acostada y abro mis ojos encontrándome con mi hermano, quien me tiene cargada. Él parece no darse cuenta de que estoy despierta, miro a mi alrededor y veo a Axel caminar delante de nosotros. Cuando llega a la puerta de mi casa toca y en un abrir y cerrar de ojos ya la puerta ha sido abierta por mi mamá.

Ella mira a su alrededor desesperada y cuando sus ojos llegan a mí los veo brillosos y llenos de preocupación.

—Oh, mi pequeña —mi hermano me baja cuando llegamos a la puerta y mamá me abraza, la siento dar un gran respiro. Soba mi cabello de manera protectora y a mí me dan ganas de llorar.

»¿Te han hecho algo? —Pregunta apartándome y viendo mi rostro. Sé que se refiere a sí abusaron de mí. Niego. Sus ojos están rojos y sé que estaba llorando.

—¿Qué ha pasado? —Escucho la voz de Dante desde adentro. Eso activa una alarma en mi cerebro y hace que me abrace a mamá con fuerza hundiendo mi cara en su pecho.

Sé que todos me están mirando, pero la verdad es que escuchar otra voz o estar en presencia de otra figura masculina que no sea mi hermano o Axel hace que me llene de miedo.

—¿Por qué está...

—Cállate —mi hermano lo interrumpe.

—Cariño, mírame —escucho a mamá decir, yo me niego a levantar el rostro—. Nay, hazme caso y por favor mírame —vuelve y pide. Yo comienzo a llorar y me aferro más a ella. No debo sentir miedo por Dante. Es Dante. Es como mi hermano. Él no me hará daño.

Levanto la cabeza y miro a mamá. Ella me sonríe de manera tranquilizadora mientras seca mis lagrimas.

—Es solo Dante, es tu hermano —lo sé, no aparto la mirada de su rostro porque me da miedo.

—Me iré a mi habitación —me aparto de ella y subo de manera rápida los escalones, ni siquiera le dirigí la mirada a los presentes.

Entro y la cierro con seguro. Recuesto mi espalda de la puerta y hundo mi rostro en mis piernas, se siente como estar volviendo a repetir una situación que ya ha pasado, mi mente me hace creer eso y me llena de miedo.

Estar sola en esta habitación es como despertar muchas emociones negativas en mí, muchos pensamientos que tal vez no debería tener. ¿Por qué a mí? Yo no me merezco esto. Ninguna chica ni nadie lo merece. No soy una mala persona, no le hago mal a nadie, entonces ¿por qué estas cosas me pasan?

Levanto la cabeza y miro mi abrigo mojado. Me levanto y me paro frente al espejo, ni siquiera me molesto en detallar mi rostro.

Estoy sucia, ese tipo me tocó, me besó y por poco abusa de mí. Me siento miserable por eso, siento que doy asco por el simple hecho de imaginar a ese hombre tocándome. Las veces que imaginé tener algo con Axel no se hará realidad porque él no me querrá así, no me querrá de esta manera.

—¡¡¡Aaah!!!! —agarro uno de mis perfumes y lo estrello en la pared. Tiro todo lo que hay a mi alrededor contra la pared. Me llena de rabia la manera en la que me siento, me frustra más sentirme que familiarizada con la situación, pero no recordar nada, ¿me estaré volviendo loca?

—¡¡Nay, abre la puerta!! —Grita mi hermano, no le hago caso. Me quedo parada con un reloj en la mano y mirando mi reflejo, cuando estaba apunto de arrojarlo contra el espejo, me sujetan desde atrás.

—¡¡No, sujétame!! —Grito mientras pataleo. Que me suelte, necesito que me suelte. Me llena de desesperación que me sujete de esa manera.

—Tranquilízate, Nay —dice con voz calmada, dejo de patalear y él afloja su agarre.

—¿Tú no me harás daño verdad? —Pregunto con la respiración agitada. Volteo a verlo y encuentro a Axel detrás de él parado en la puerta.

—Nunca lo haría, eres mi hermanita y te amo —lo abrazo fuerte y empiezo a llorar.

Me siento malditamente mal conmigo misma.

—Tranquila, Nay, todo está bien—lo empujo.

Axel se para junto a él y yo retrocedo. No me causan miedo, me da asco, asco conmigo misma.

—Ustedes no lo entienden —paso un brazo por mí ojos secándolos.

—¿Qué es lo que no entendemos? —Pregunta Axel, me mira con tristeza y rabia en sus ojos. No me gusta que me vea así, no quiero que me vea así.

—Esto. Ese hombre me toco, me beso y... —ahogo un sollozo— y casi abusa de mí —Axel no dice nada, mi hermano sólo me ve con sus ojos llenos de lágrimas.

—Pero no lo hizo, estás bien y estás aquí con nosotros, Nay... —Lo interrumpo.

—¡¡Siguen sin entenderlo!! —Me desespero.

Conozco lo suficiente mi hermano para saber que está enojado y que la frustración de no poder hacer nada lo llena más de rabia.

Me tiro al suelo empezando a llorar, es como estar pasando por un cuadro repentino de bipolaridad, por momentos me lleno de rabia, otros de asco y termino llorando como si fuera el fin del mundo. Siento como rodean mi cuerpo, levanto la vista encontrándome con mi mamá. Ella seca mis lágrimas.

—Tranquila, cariño, ya pasó —soba mi brazo y sin previo aviso siento un pinchazo en él.

—Mamá —susurro viendo como tiene una jeringa en sus manos.

—Es por tu bien, cariño, podrás dormir tranquila —besa mi frente y mira hacia atrás.

Siento mis ojos pesados y sea lo que sea que me inyecto está haciendo efecto muy rápido.

—¿Puedes acostarla en la cama? Yo recogeré este reguero —escucho unos pasos acercarse y luego me cargan. Veo todo borroso pero sé que trata de Axel.

—Duerme bien, pequeña —dice cuando me deja en la cama y besa mi frente.

Poco a poco mis ojos se van cerrando por completo y caigo en un profundo sueño.

Mi primer amor |#1|✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora