- Maldito imbécil. - insultó poniendose su pijama rosa. Y creer que aquellas palabras salían de tan dulce apariencia.
- ¡Desde aquí puedo escuchar ese vocabulario, SeokJin! - grito su madre. Jin se encogió en su lugar, miro a escondidas pegado a la esquina por si su madre se encontraba cerca. Sin embargo solo la pudo ver recostada en el sillón individual con aquel porta sueros a su lado.
Hizo una pausa, un puchero instalándose en sus labios por ver de esa manera deplorable a su madre.
Lo de maldito imbécil, tendría que esperar, Jin se tragara su enojo y aceptara su destino si eso significa pagar los medicamentos de su progenitora quien le dedica una suave sonrisa cada vez que abre la puerta de la casa.
Se acercó solo para dejar un pequeño beso en la frente de la mujer, susurrando que debería ir a dormir. La mayor meneo su mano izquierda para restarle importancia mientras la diestra prendía el televisor.
- No me perderé mi novela esta vez SeokJin, iré a dormir más tarde, ya soy una adulta y sé que tengo límites. - mencionó apartando a su hijo quien le dificultaba su vista al televisor.
Jin negó, saliendo de la sala.
- Oh, si tan sólo no necesitara tanto este dinero, podría haberte mandado a matar con unos sicarios Jeon JungKook. - Bufó pegando su mejilla a la suave almohada luego de haberse aseado correctamente - Mañana, haré todo tan rápido que te quedaras con la boca cerrada.
Puede que... Lo que haya dicho esa noche fuera una simple palabra.
¡Porque el jodido despertador no hizo su trabajo!
Jin metió su celular y sus cosas de manera veloz dentro de su bolso mientras intentaba poner una pierna en su pantalón. Revisó la hora a una vez más en su reloj y por poco se atraganta de lo tarde que era; no creía que iba a despertar tan tarde hasta el punto en que fueran las malditas 9:30 de la mañana.
Suspiro frustrado agarrando un pan sin tostar para comer en el camino, porque solo podía pensar a que hora salía el próximo bus. Corrió como alma que lleva al diablo a la estación y ningún bus parecía sonreírle ese día, con la impaciencia recorriendo sus venas paró un taxi, cerró los ojos al ver que la tarima se le sumaba a medida que se acercaban a la empresa.
Casi llorando saco dinero de su billetera y entró a paso apresurado al vestíbulo, donde marcó su llegada y dejó sus cosas, decidió subir por las escaleras ya que el ascensor estaba en mantenimiento; sentía como si sus piernas se volviesen gelatina y el poco sudor bajaba por su blanquecina piel. Se arrastró hasta llegar hasta el estudio de Jeon, más solo encontró el silencio pegado a las paredes.
Por un momento creyó que, de alguna forma, había llegado temprano o que Jungkook se había atrasado. Mala idea, la puerta siendo abierta lentamente y aquella mirada atravesando su ser, le hizo dar un respingo en su lugar.
- Creí, que eras más puntual, digo, pareces alguien responsable para llegar a las... - tiro su muñeca fuera del saco y inspeccionó su reloj- diez de la mañana.
Jin se recriminó a si mismo mentalmente mientras balbuceaba maldiciones.
- Lo lamento yo-
- Ningún mánager mío ha llegado tan tarde. - interrumpió Jungkook pasando por su lado y de esa forma poder sentarse en la silla giratoria que se encontraba a unos pasos frente a la gran computadora - Sin embargo, lo dejaré pasar siempre y cuando tengas una buena excusa, puedo ser algo flexible dependiendo tu vida personal.
Me dormí. No, no podía decirle eso, sentía que si lo decía acabaría fuera de la empresa con sus cosas y de regalo un patada. Tenía que pensar en algo más elaborado, algo dramático, algo que haría llorar a cualquiera. Lástima que era pésimo en inventar mentiras, así que su única salida fue decirle que tiene una madre enferma y que suele quedarse hasta tarde cuidando de ella, claro, añadiendo que no volverá a pasar.
— Hay sinceridad en tus ojos SeokJin, sin embargo, odio la impuntualidad, sería una lástima tener que desecharte por algo tan básico como lo es el horario. —enfatizó elevando una ceja.
— Como le dije, no volverá a pas-
—No, oh claro que no pasará de nuevo, porque esta noche, cenaras conmigo. Tómalo como una recompensa por lo de ayer o un castigo por lo de hoy, depende de cómo lo veas.
Jin sintió un pequeño TIC en ojo izquierdo, ¿cenar con el imbécil de su jefe?. Tuvo que haber hecho algo súper malo en su vida pasada para que sea castigado de esta forma. Tomó una gran bocanada de aire mientras mal decia entre dientes.
— Claro Señor Jeon, con gusto aceptaré su invitación, ¿tiene algún lugar en mente?, para que pueda hacer una reserva-
— Dejame esa tarea a mí, tranquilo cariño, te encantara el lugar. — guiño antes de darle la espalda cuando giro su silla.
Seokjin sentía una mal sentimiento de eso, sentía que estaba corriendo como estúpido a la boca del lobo sin darse cuenta.
.
Llegando la noche, no se equivocó.
¿¡UN MALDITO HOTEL CINCO ESTRELLAS!?
Jeon Jungkook debía estar simplemente loco o era un puto degenerado para creer que él se metería al hotel y pasaría la noche con Jungkook.
Ni bien Jeon se posicionó a su lado, Jin giro sobre sus talones y corrió mientras levantaba una mano buscando taxi.
— TAXI! POR FAVOR ESTOY EN PELIGROO!
— CÁLLATE MALDITA SEA! — Jeon se acercó y le tapó la boca mientras rodeaba su cintura con su brazo derecho de una manera firme y dura — ¿Creiste que me tragaria tu cuentito de tu madre enferma, aun cuando tenias rastro de salida en la comisura de tus labios y tu cabello estaba hecho una mierda?Jin quería morir, se dejó enganchar como pez en un anzuelo y ahora iba a ser pescado.
— Cariño, esta noche será tu primera clase con tu maestro, espero la disfrutes.
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🖇ᴍʏ ᴍᴀɴᴀɢᴇʀ🖇 ᴋooᴋᴊιɴ
Ngẫu nhiênSer manager, no era alguna carrera que le enorgulleceria reconocer como trabajo cotidiano, hubiera preferido ser algún médico o dedicarse a la gastronomía; tal vez hasta ser un simple profesor. Odiaba lidiar con jóvenes en las nubes, pensando que l...