21. Prueba.

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Estaba completamente paralizada.

Mire Agustín quién estaba totalmente furioso, pero tambaleándose.
Realmente no sabía lo que estaba apunto de suceder.

Tenía miedo. Miedo a que le dijera la verdad a Jackson.

— Perdón por interrumpir.

De inmediato me llego el olor a alcohol. 

— Jackson tengo que entrar. Nos vemos después. — dije rápidamente.

Escucho una risa de Agustín. 

— ¿Estarás bien? — me pregunta algo preocupado.

— ¿Piensas que le haré daño idiota? — Habla Agustín.

— ¿Realmente quieres saber mi respuesta?

— Jackson vete por favor. Y Agustín entra a la casa.

Puedo ver por el rostro Jackson se que está tan confundido por la manera que actúa Agustín.

Jackson asintió y se despidió besándome la mejilla. ¡Mierda, no!

Agustín tenía sus puños cerrados, la vena de su cuello resaltaba y apretó su mandíbula con fuerza.

Seguí a Jackson con la mirada hasta que se fue. 

¡Aquí vamos!

Sentía su mirada, sentía su respiración. Mi corazón latía aceleradamente, mis manos temblaban y seguramente debo estar pálida. 

— No quiero hablar contigo ahora. — le dije antes de que él hablara.

Trato de meterme a la casa pero él me toma de mi brazo y me jala, quedándome enfrente de él.

— ¿Por qué saliste con él?

Su voz es fría y molesta.

— Ya te dije que no quiero hablar contigo ahora. Hablemos mañana.

— ¡Mierda! ¡¿Por qué saliste con él, Carolina?! — me grita tomándome del cuello.

— Si, salí con él ¿Cuál es tu maldito problema? ¡Estas ebrio y no quiero hablar contigo!

Me suelta bruscamente. Quería llorar, quería romperme en llanto. Pero debía ser fuerte, varias veces me a visto ser débil.

— ¡No! Quiero que me expliques ¡¿Por qué mierda te estabas besando con él?!

— No te tengo que dar explicaciones.

Me meti a la casa rápidamente. Subí las escaleras a toda velocidad y cerré la puerta de mi habitación con seguro.

Me siento como una mierda. Todo esto es una mierda que me está consumiendo.
Se que soy una idiota al enamorarme de él. Jamás debí seguir su maldito juego.

Sin darme cuenta me había quedado dormida. Llorar hasta quedarse dormida es la peor sensación que no se la deseo a nadie.

Mire mi celular pero estaba apagado. No quería verlo, sabía que sería débil y no quiero serlo.
Al día siguiente antes de salir de mi habitación, me asegure de ya nadie estuviera en casa. Y así fue, escuché decir a Belén que se probaría de nuevo su vestido y mi madre la acompañaría. Me siento tan excluida pero tampoco me siento mal, prácticamente me estoy acostando con su prometido.
Mientras que Agustín, realmente no sé dónde está y tampoco me interesa.

Baje las escaleras y fui hacia la cocina. Me moría de hambre.

Comencé a escuchar ruido. Tal vez era mi imaginación. Tengo que ir con Jackson y tratar de convencerlo y hacer que olvide lo de anoche. Que olvide absolutamente todo.

Te Necesito Bernasconi - AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora