Invierno de 2035
Lexa estaba sola en el porche de su casa. Cerró los ojos y respiró hondo y lento.
Era una brillante mañana a finales de febrero. El suave sol proyectaba su clara luz, mientras que las manchas de nieve aquí y allá, brillaban como un espejo; la última nevada fue dejada por la ola final de la temporada.
Últimos días de invierno y pronto tendría veintidós años.
Lentamente recordó, aquel día de invierno, hace seis años; trayendo de vuelta cada detalle de ese día: el aroma limpio de la nieve, las brisas heladas de febrero, las nubes heladas pegadas en el cielo gris; aquel recuerdo llegó con absoluta claridad.
Esa mañana de febrero, un enorme camión en movimiento se detuvo frente a su casa. Los motores le indicaron que una familia pronto se mudaría a la casa de alado. En aquel entonces, apenas le prestó atención, y ciertamente nunca imaginó que años más tarde, lo recordaría con tanta claridad.
Más tarde, ese mismo día, una niña llegó a su casa y se presentó como su nueva vecina. Lexa nunca había visto a una chica tan hermosa. Tenía el cabello largo y brillante, tan dorado como el oro, un cuerpo delgado y ojos color océano. Lexa no pudo hablar cuando la vio por primera vez y cuando sonrió, sus ojos brillaron alegres, tan intensamente, que iluminaron la habitación con aquella emoción.
Se llamaba Clarke Griffin; 16 años, igual que Lexa. Se mudó de América a Nueva Zelanda después de que su padre aceptara una oferta de trabajo en su tierra natal. También fue transferida a la misma escuela que Lexa. Y por supuesto, resulto que la rubia también es una omega igual que Lexa.
Lexa y Clarke rápidamente se volvieron inseparables. Siempre visitaban la casa de la otra y caminaban juntas de regreso a casa. En los inviernos, a menudo caminaban con los brazos unidos mientras compartían en silencio el calor persistente de sus cuerpos. Nada de eso tenía un significado especial; o al menos así fue en aquel entonces.
Otoño de 2030
Un día de otoño, volvieron a casa juntas desde la escuela, como siempre. Clarke tenía el cabello suelto y, de vez en cuando, una brisa la sacudía, enviando mechones de su cabello a la deriva, provocando que sacudiera la cabeza con un poco de molestia. Lexa se percató de inmediato y se sorprendió al sentir una repentina urgencia de acercarse a su amiga y esconder el errante mechón dorado, detrás de su oreja.
Terminó observando el perfil de Clarke y se encontró encantada. La rubia omega, es un ángel en toda la palabra , con una especie de belleza pura, dulce y transparente. Tenía muchos rasgos admirables que la hacían aún más atractiva; es segura, apasionada y de buen corazón; rasgos que Lexa aspiraba en sí misma.
Lexa sintió que algo se retorcía dentro de ella, algo profundo y la mareó por un segundo. Entonces comenzó a pensar sobre aquella chica caminando a su lado y en ellas dos juntas. Pronto, cada pensamiento volvió a ella como un boomerang. Y se dio cuenta de que estaba enamorada de su mejor amiga; su mejor amiga, una Omega igual a ella. Un amor con una gran cantidad de complicaciones y prejuicios. Dos Omegas no pueden enamorarse. Eso no es normal, está mal visto y es condenado.
No había esperado que esto sucediera. Nunca quiso que sucediera.
ESTÁS LEYENDO
AMOR DE OMEGA [CLEXA]
FanfictionClarke y Lexa son amigas desde los 16 años y tiene varias cosas en común. Lo que ellas no esperaban es que surgiera un sentimiento más allá de la amistad, sobre todo no siendo ambas omegas. Oneshot clexa omegaverse