-Los quiero mostrando su amor por la profesión primero- nos acomodo el fotógrafo
No negare que me incomodaba un poco todo esto.
Rápidamente las fotos comenzaron a ir saliendo.
El fotógrafo nos pedía diferente poses.
Todo el restaurante estaba vació, por lo cual nos movíamos de lugar.
-Ahora vamos a la gran noticia- susurro emocionado
- ¿Dónde tenemos las paletas? – pregunto mientras tomaba un plato
-Ahí- señale ya que ni pensaba moverme un poco más
Mi cuerpo ya estaba agotado.
Por quinta vez nos cambiamos de vestuario.
-No me agrada mucho- camine descalza para el salón principal del restaurante
-Pronto terminamos amor- me tomo de mi cintura para guiarme a la mesa
Posamos una vez más hasta que apareció el plato con las paletas con unos pies de bebé.
No negare que sutilmente me las fui comiendo.
Estar embarazada era mi excusa.
-Ya tenemos otros pies sin dedos- reí al escuchar a Marcus
-Ahora son las ultimas solo necesito la foto típica de embarazo- comenzó a hablar mientras se iba al salón privado
Marcus subió sus hombros para ayudarme.
Lo mataría si seguía tomando fotos.
Esta vez eran de pie.
Primeros fueron yo sola mientras marcaba mi diminuto abdomen.
Luego Marcus salió en las tomas en donde juntos marcábamos mi abdomen para la gran noticia.
-Terminamos- aplaudí al escuchar la noticia
-Princesa si quieres colócate unos zapatos y ve a mi auto, mañana buscamos el tuyo- asentí mientras el me daba un beso corto en mis labios
Fui hasta el área en donde nos cambiamos y guardé todas nuestras ropa.
Tomé los bultos y me fui a su auto ya que él había dejado su llave en mi cartera.
Guardé nuestras cosas y me senté en el copiloto para luego encender el auto.
No se en que momento me había quedado completamente dormida.
Los días siguientes fueron similares, estuvimos cargados de trabajo.
~
Mañana sería el gran día de mi boda.
Marcus se había ido a una de las casas de los chicos mientras que Ariel, Isabel, mi madre, Alessandra y mi suegra nos quedamos en su casa.
- ¿Cómo te siente? – mire a Isabel y no mentiría
-Nerviosa- susurre sincera
-Hija es normal sentirse así- sonrió mi madre mientras nos traía frutas para hablar
-Es que tengo miedo de no ser una buena esposa- reí ante mi comentario un poco tonto
-En el camino aprenderás, además no nacemos con el conocimiento, sobre todo- respondió mi suegra sonriendo
-Chicas es momento de las mascarilla- llego Ariel con un frasco con no se que mezcla
-Vamos- aplaudió Isabel emocionada
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Amor en la Cocina
RomanceEleonor Russo hija de uno de los chef más importante de todo el país y quizás del mundo entero. Su carácter en un inicio era muy dulce e ingenua, pero luego de haber ido a estudiar sola hacia cambiado por completo. Marcus Pierce es uno de los chef...