—Arréglate Regulus, hoy tenemos invitados nuevos.
Su madre siempre había sido así de fría, más aún desde que Sirius había abandonado el hogar. La verdad, ya estaba más que harto de las cenas con otras familias de sangre pura.
Y las que te quedan.
Se decía para intentar tener paciencia, aunque definitivamente, eran tediosas. Pero como ahora él es el único heredero de la noble y antigua casa Black, tiene que tomar ciertas responsabilidades, ¿o no?
Él era un muchacho bastante reservado, que se sentaba cerca de sus padres y comía en silencio, aunque quizá hoy las cosas cambien, pues los nuevos invitados, según su madre, son extranjeros y tienen que causar buena impresión.
Poco a poco la gente comienza a llegar, y ya conoce a la mayoría de familias de sangre pura, también estaban los Potter, que obviamente no habían traído a James ni a Sirius por motivos evidentes.
Entonces, la puerta principal fue abierta por quinta o cuarta vez en esa tarde, y aparecían por ella primero un hombre de mediana edad, bastante robusto y barba recortada, una señora con el cabello recogido en un elegante moño, vestido lila formal y por detrás, una joven castaña que saludaba a su madre con toda la educación del mundo.
—No te quedes así, ven a saludar.
Su madre le espeta en un tono de voz bastante serio. Cierto, los modales.
Camina formalmente hasta la entrada, saludando a sus padres con una pequeña sonrisa y después conecta su mirada con la de la joven delante suya, y ambos no parpadean por unos segundos.
—Soy Rowan LeFair. Un placer.
—Regulus Black, encantado.
Y ambos estrechan su mano mientras sus padres se van por ahí a hablar. A Regulus le da rabia la voz tranquila y esa sonrisa de lado que pone su madre, tan falsas y solo para aparentar.
Pero en seguida dirige de nuevo la mirada a Rowan, quien le sonríe tranquilamente con las manos en la espalda. Ella lleva un vestido negro sencillo pero elegante, un par de dedos por encima de la rodilla, y un chal beige.
Los modales Regulus, los modales.
—Oh, permíteme.
Ella sonríe levemente mientras accede a que Regulus le retire el chal y se lo dé a Kreacher. Estaba acostumbrada a que todos tuvieran con ella esa actitud, como si fuera una dama delicada.
—Tienes una casa muy Bonita.
Sonríe hacia el muchacho y comienza a caminar haciendo sonar suavemente sus tacones bajos en el piso. El pelinegro la sigue de cerca, no sabe muy bien como actuar ante la muchacha que no parecía nada tímida.
El pelinegro se había despistado un momento, aunque en seguida vió como su madre le hiciera señas para que se acercara a Rowan, que estaba tomando algún aperitivo en la mesa.
—¿Me enseñas la casa? Parece encantadora y aún hay tiempo hasta la hora de cenar.
Probablemente Regulus nunca había visto una sonrisa tan bonita y natural, en esta casa era raro presenciar algo así, más desde que su hermano se había marchado meses atrás.
—Por supuesto.
Ambos jóvenes comenzaron a subir las escaleras, algo incómodo para él, sobretodo después de que la chica se fijara en las cabezas de elfos y después se acomodara el vestido como si nada.
Llegaron al pasillo de las habitaciones, pasillo que antaño le causó tantas pesadillas a Regulus. La joven sonrió ligeramente y puso los brazos en jarra.
ESTÁS LEYENDO
SOUL MATES;;- Regulus Black
FanfictionDonde Regulus Black conoce a la joven Rowan y ambos encuentran un hombro donde apoyarse.