Deseos y Condición Egoístas

Mi guardián

A la mañana siguiente, la casa se encontraba habitada por un nuevo integrante, uno cuya estadía no era certera. Obviamente el proceso que se dio de la noche a la mañana no fue pacífico, pues Derns exigía el pronto desalojo de la paloma. Pero luego de intercambiar un par de miradas y golpes con Auriol, se decidió que estaría quedándose por un tiempo indefinido.

Ya en la sala, luego de comer y soportar los gritos de Derns "¡No voy a cocinar ni una mierda para esa paloma hijo d-!" Ataly sintió curiosidad por algo que el ángel dijo una vez.

-Auriol, quiero preguntarte acerca de mi guardián...lo mencionaste cuando te vi por primera vez(tengo un poco de curiosidad sobre eso)

-¡¿Te interesa?!-era evidente su gran entusiasmo por responder a esa pregunta

la verdad es que aún esta conmigo...aquí, ahora jajaja

-(?)¿Puedes hacer que hable conmigo?, ¿es siquiera posible?

-Claro, solo dame un momento(quizás con esto pueda incrementar más las oportunidades de que ella rompa el contrato)-pensando entre sonrisas

Lejos de la escena entre ambos personajes, unos fríos ojos observaban la situación. Analizando cada movimiento y facciones tanto de su enemigo como de su contratista

-(Puedo ver tus intenciones desde aquí, maldita mosca)Oh claro, traigan a más enemigos a mi casa-susurro

Bendición, ¿No querrás santiguarla también?¿te preparo una baño con agua bendita?¡¿EH?!

-(Ignorado como siempre)

¡MALDITA SEA!

En ese instante Auriol mostraba total concentración, alzando sus manos hasta su pecho y empezando a jalar dentro de él hasta volver a poner su mano derecha frente a Ataly. Al abrir su mano, una bella luz se posaba sobre su palma.

La chica mantenía su total atención a dicha luz, esperando por algo y extrañamente sintiendo un tipo de presión en su corazón. Curiosamente los ojos de Derns no se alejaban de ella manteniendo total frialdad como un depredador o asesino miraría a su víctima.

-(...Te arrepentirás)

De repente empieza a tomar forma con cada movimiento que generaba. Era como si tuviera vida propia. Se podía distinguir una cola y unas orejas. Finalmente lo que se encontraba frente a Ataly se concentró en mirarla directamente a los ojos. Lo siguiente que sucedió fue la sorpresa de la chica que, se puede decir no fue grata. 

-Li....Li-li...Lili...-sus ojos empezaron a tornarse brillosos, sus mejillas y nariz se enrojecieron. Incapaz de decir otras palabras permaneció en silencio mientras sus ojos se humedecían. Poco a poco empezando a bajar su cabeza al mismo tiempo que sentía como extrañas muecas se formaban en su boca. Con sus manos agarró su cabeza y pequeñas gotas cristalinas marcaron el suelo seguidas de leves sollozos.

Lili...-Lil-per-lo siento...(lo siento tanto)-

De un momento a otro la habitación se llenó de tristes sonidos, de pronto la seria chica se desplomó a penas su curiosidad fue saciada.

La causa de su dolor todavía permanecía frente a ella, sin desviar la mirada. Frente a ella se encontraba una bella gata bicolor de grandes ojos verdes, de pelaje esponjoso blanco y negro junto a una larga cola y bigotes que sobrepasaban sus cachetes.

-(Que gracioso...un humano siendo derrotado por un pequeño animal)

Ataly seguía sin poder mirar a la Lili, sus ojos estaban pegados en el suelo lleno de manchas. La gata al percatarse de que su antiguo amo no parecía estar dispuesta a mirarle, se acercó lentamente a ella hasta topar su rodilla. 

-¡Ay!

El llanto de la joven se detuvo para emanar un ligero grito, pues su gata le había dado un zarpazo en la rodilla. Desconcertada por el dolor sin quererlo sus miradas se encontraron y en el mismo instante que lo hicieron Lili lamió la mano de su dueña. Sintiéndose perdonada Ataly frota sus ojos para luego abrazar y besar a su gata aún con su cara mojada y rojiza.

-(Parece que le gustó la sorpresa)-leve sonrisa

La protagonista seguía aferrada a su antigua mascota riendo casi como una tarada, llena de felicidad y sintiendo una gran paz. Pero lejos de su conocimiento, dos miradas asesinas chocaban con total desagrado y repudio.