CAPÍTULO CUATRO, Un día gris.

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Era una tarde tranquila en el palacio de Hyrule...

Link se encontraba dormido durante una de sus clases de matemáticas.

Link se encontraba dormido durante una de sus clases de matemáticas

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¡JOVENCITO! - Chilló Profesor Héctor. Un anciano bastante cascarrabias.

Link se despertó alarmado ante el grito de aquel viejo docente.

¡Pero bueno, ésto es impensable! ¡Me parece un acto más que irreverente que usted se quede dormido en medio de una de mis clases! ¡Tendré que hablar con el rey sobre ésto, porque ... -

De pronto el soberano irrumpió en la sala.

¡Link! ¡Rápido! ¡El palacio está siendo atacado! - Dijo exaltado el Rey Rhoam. ¡Tienes que ir junto a Zelda y Caleb hacia los pasadizos secretos del palacio y refugiaos allí! ¡Violet y yo distraeremos al ejército oscuro! - Finalizó el monarca.

Ganon había mandado a su ejército a invadir de nuevo la ciudadela de Hyrule para llevar a cabo la captura de la joven princesa y la muerte del Héroe del Tiempo. Era cuestión de unas pocas horas que la ciudadela fuese atacada por aquellos oscuros seres que ya habían asediado aquel lugar quince años atrás.

Los reyes tenían el plan de huir por las montañas traseras a la ciudadela con la intención de distraer al ejército oscuro de Ganon hasta la Montaña de la Muerte...

Mientras Violet y Rhoam habilitaban sus vestimentas y caballos para la escapada. Link se disponía a avisar a la princesa para su seguridad, con la compañía de Caleb, el hermano menor de Zelda, quien por aquel entonces tenía diez años.

 Link se disponía a avisar a la princesa para su seguridad, con la compañía de Caleb, el hermano menor de Zelda, quien por aquel entonces tenía diez años

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Vamos a ver si a ver si "Miss Finolis" no nos la lía. - Le dijo Link a Caleb refiriéndose a la hermana mayor de éste, que respondió con una carcajada.

A sí que ambos se adentraron en los aposentos de la sabia muchacha. Ésta se encontraba en toalla, pues había tomado un baño recientemente y se disponía a vestirse para tomar su clase de clavicordio con Doña Priscila, su profesora de música.

Al ver presentarse al joven héroe en sus aposentos, y en aquellas incómodas circunstancias. La inteligente rubia entró en furia.

¡¿PERO CÓMO TE ATREVES. DESCARADO, PERVERTIDO?! - Gritó. - ¿ES QUE EL DEMENTE DE TU ABUELO NO TE HA ENSEÑADO A PEDIR PERMISO ANTES DE ENTRAR EN APOSENTOS AJENOS? -Reclamó la princesa. Totalmente colorada, quizás de la vergüenza o muy probablemente de su enfado.

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⏰ Última actualización: Apr 15, 2021 ⏰

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