ALGO

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Como es de costumbre en todas las grandes historias...

Todo comienza en la solitaria habitación de Adam, todo era oscuro, las cortinas no se movían, parecían tablas, los closets entre abiertos y una brisa de procedencia desconocida acechaba en el interior del cuarto, esto no parecía importarle, tomo su videojuego favorito, The Legend Of Zeda, la consola portátil, y se bajó a la sala decidido a acabarlo de nuevo, de camino vio su computadora prendida esperándolo, boto la consola junto con el juego al sillón y empezó a hacer lo que más le encanta escuchar música, es eso de las tantas canciones que había descargado una melodía extraña sonó, pensó que esto era estática pero decidió quitarse los audífonos y la melodía seguía sonando, de pronto paro y toda la vida que alguna vez estuvo en la casa desapareció, fue tan repentino, solo escucho la puerta principal cerrándose y a sus padres diciendo "vamos a cenar no nos esperes" esto lo confundió tanto, el no solía ser miedoso pero había lago que no le estaba gustando, rápidamente cuando escucho que la puerta trasera del baño de invitados se abrió, sintió un escalofrió que le lleno el cuerpo, pensó que era porque la ventanas estaban abiertas, así que subió por un suéter, al llegar a su cuarto, la puerta del cuarto principal se azoto, en eso bajo corriendo sin pensarlo dos veces, con la idea en su cabeza de que alguien le perseguía, al llegar a la sala cerró la puerta del baño entre estruendosos chillidos, su padre le llamo para ver cómo estaba y de favor le pidió que bajara al sótano por aceite y se lo asiera en la puerta, a los pocos segundos la llamada se cortó, y él se dispuso a seguir escuchando música, cuando de pronto vio que el faro que alumbraba el patio trasero se empezó a mover, cabe agregar que era muy miedoso en cuanto a los desastres naturales, y rápidamente bajo al sótano, ya que una vez oyó de parte de su padre que el sótano en caso de un temblor era el lugar más seguro de toda la casa, al llegar su alarma contra sismos no sonó y esto lo tranquilizo, ya que se encontraba cerca tomo el aceite y rápidamente subió a arreglar la puerta para que no se siga oyendo ese fastidioso sonido, la arreglo, y se subió a dormir, esa noche no se bañó ni ceno, tampoco se lavó los dientes y ni siquiera se tomó el tiempo de cerrar las cortinas solo se preguntó qué fue lo que exactamente paso ese día en su casa

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