<COMO LO OYES, m-me he despertado aqui sólo, te mentiría si te digo que no tengo miedo
> Horacio, haga el favor de tranquilizarse ¿Si? Contesteme a lo que le llevo preguntando todo el rato por favor
Horacio suspiro profundamente
< Estoy bien, no se preocupe, por favor-
> Mándeme ubicación
<JODER VOLKOV QUE ESTOY BIEN, por favor ayudeme, ahora los importantes son el super y mi hermano
>Estoy de camino, tranquilicese, de eso ya me he ocupado yo
<¿Como que se ha ocupado usted? Entienda que no me puedo tranquilizar
> A ver Horacio, del Súperintendente y de Gustabo ya se están ocupando, yo me voy a encargar de usted ¿Le parece bien?
<¿Como no me va a parecer bien?
> ¿Disculpe?
< Que aquí le espero
Dijo Horacio colgando el teléfono y dejandolo en la mesilla de cristal que se encontraba en la sala de espera donde había pasado toda la noche
Se había quedado dormido en los sillones y no era demasiado cómodo que digamos pero el hecho de haber soñado con el ruso hacia que cualquier lugar en el que durmiera se asemejarse a el mejor de los colchones
El no solía acordarse sus sueños pero esa vez podía recordar a la perfección como habían paseado de la mano tomando los helados que no llegaron a tomarse en la vida real, de fresa con trocitos de chocolate y de limón
Cada vez que lo pensaba le revoloteaba el estómago y sentía como sus mejillas ardían
Pero a pesar de estar feliz por el sueño también estaba bastante atemorizado
Lo único que recordaba era a el tono de llamada del Súperintendente lo que hacía soltarle una pequeña risa nerviosa
Había recorrido todo el establecimiento de punta a punta sin encontrar un solo alma, lo único que logró encontrar fué unas gasas con un líquido bastante fuerte tiradas en el suelo de la clínica conde habían metido a Gustabo
No les dio demasiada importancia ya que perfectamente podrían ser de otro paciente que no tuviera nada que ver
También rebajó la idea de que se hubieran ido tranquilamente y se le hubieran dejado ahí olvidado ya que no sería la primera vez que el rubio le hacía algo parecido, pensar eso le relajó bastante
-Priviet- dijo el ruso entrando por la puerta, se tuvo que agachar un poco ya que sus dos metros se le hacían demasiado grandes a la pequeña puerta
-¡Ho-hola Volkov!- exclamó Horacio con el corazón en la boca dándose la vuelva para ver los ojos azules del comisario
-¿S-se encuentra bien?- volvío a preguntar Volkov ladeando la cabeza
Horacio rodó los ojos con una sonrisa
-Me encuentro perfectamente- dijo el de rascándose la nuca nervioso
-No se si debería creerle- dudó Volkov posando su dedo índice en sus labios pálidos
Horacio tragó saliva apartando la mirada con nerviosismo
-O-oye ¿Sabes algo de Gustabo o el super?- dijo el de cresta aclarándose la garganta
- Aún lo están investigando Horacio, de verdad no te preocupes- le tranquilizó el ruso mientras le ponía una mano en el hombro haciendo que el de cresta tensara por completo su cuerpo— N-no se si recuerda que ayer le llamé...- dijo conduciendo le hacía un sillón y sentándose
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El sueño de tenerte {Volkacio}
HumorVolkov y Horacio Ellos eran una bonita historia con un gran principio y final de ensueño