Cap 5

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P.O.V Five.

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, la luz del techo me hacía daño y no reconocía mi entorno. Pronto, pequeñas visiones de lo sucedido inundaron mi mente, aumentando mi dolor de cabeza por el exceso de información. Cuando fue disminuyendo el dolor pude reconocer que me encontraba en la enfermería del cuartel y Miko se encontraba dormida en uno de los sillones que no se veían muy cómodos. Rápidamente mi mente voló a la misión que habíamos hecho creo que hoy, no sé qué día ni cuánto tiempo estuve dormido.

La misión se salió de control y el Glitch entró en mi cuerpo y las palabras de Mitch me vienen como una punzada al corazón, no recuerdo todo lo que me dijo y creo que lo agradezco.

Sé que no puedes escucharme y creo que por eso es que te puedo hablar con más facilidad, tus sentimientos hicieron un revuelto de cosas en mi estómago y me has puesto a pensar mucho, sé que mis actitudes hacia ti son un asco y que te he ignorado pero necesito pensar todo lo que ha pasado conmigo, he sufrido cambios en el sueño y los odio, no he podido dormir por tu 'confesión en contra de tu voluntad' pero he podido reflexionar. Gracias a eso me di cuenta que cada vez más te...

"Sé que no puedes escucharme y creo que es por eso que te puedo hablar con más facilidad, tus sentimientos hicieron un revuelto de cosas en mi estómago, son un asco y los odio, no he podido dormir por tu "confesión en contra de tu voluntad". Gracias a eso me di cuenta que cada vez más te..."

­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­—Odio...—completé con un hilo de voz a punto de estallar en lágrimas. Pero antes de hacer eso alcé la vista hacia el techo y limpié las que estaban a punto de salir.

Mitch, que estaba sentado en el sofá individual a espaldas de mí, volteó la cabeza al escuchar un sollozo que escapó de mi boca antes de detenerlo. Al verme al borde de las lagrimas vino hasta mi lado y se sentó en una silla al dado de la camilla. No me atreví a verlo a la cara, tenia mi vista al frente y de reojo pude ver que tenía algo en su mano, parecía un papel pequeño.

—Despertaste— rompió en silencio, pero rápidamente se formó otro porque no pensaba responder, si lo hacía saldría una voz rota y dolida y no le iba a dar ese placer. El silencio se volvió a cortar cuando volvió a hablar. —¿Recuerdas algo? — preguntó con precaución y algo de miedo.

—La misión... y tus palabras—murmuré lo último, pero pareció no escucharlo. Volteé un poco la cabeza y pude ver que el papel que sostenía era una foto mía con mi padre, la llevé en mi bolsillo en la misión y al parecer se había caído. —Esa foto es mía. —solté ácidamente, estaba encubriendo mi dolor.

—Ah, sí, se te había caído—aseguró con una sonrisa, falsa, que me dio un vuelco en el estómago. Me la extendió y la tome.

—Estabas equivocado padre, no tenia oportunidad con él. Ya me puedes consolar—pensé con una sonrisa rota viendo la foto y acariciando el marco de esta. —Ahora si siento que te decepcioné. —grandes lagrimas empezaron a correr por mis mejillas que oculté del individuo a mi lado volteando al cabeza hacia el lado contrario.

—Sobre lo que te dije...—lo que faltaba, si hablaba de eso llenaría toda la enfermería de mis lágrimas. —Lamento haberlo dicho así, creo que te lo debería de haber dicho en la cara. —lamentó, claro, quería decirme que me odiaba a la cara para ver cómo me desmoronaba.

—Si claro, dímelo en la cara—comenté con acidez. Era tan idiota para decir eso.

—Creo que me estás empezando a gus—lo corté no quería escuchar más de él.

—¡Claro que sí! Dime la verdad a mis espaldas y las mentiras a la cara, y te atreves a decirme cobarde. Puedes irte — bramé con las ultimas fuerzas que tenía.

—Eres un puto bipolar, se supone que te gusto. Por lo que te diga no va a cambiar eso, pensé que era lo que querías —Gritó en mi cara, sin importarle nada. Ya no entendía nada, estaba aturdido mientras más lagrimas salían y yo solo lo miraba en busca de respuestas, respuestas que nunca llegaron porque se dio la vuelta y salió de la sala.

—Lo que quiera era que lo dijeras de verdad y no después de admitir que me odias... cada vez más—repetí sus palabras que aun resonaban en mi mente haciendo remover mi inquieto corazón que dolía por cada minuto que pasaba.

Me quedé unos minutos viendo la puerta por donde se había ido y recordando que había otra persona en esta habitación, muevo la mirada a los sillones, donde se ve a una Miko aun dormida. Completamente lejana a lo que pasa a su alrededor, donde no se dio cuenta como le rompían el corazón al que considera su mejor amigo.

Me bajo de la camilla y con un boli y una libreta que hay a un lado de la camilla le dejo una nota a Miko y me voy de ahí para ir a mi cuarto. No quiero dar explicaciones de porque mis mejillas están rojas y húmedas. Me pongo mi ropa y un saco que parece me trajo mi mejor amiga, me lo pongo y me oculto con la capucha, empiezo mi camino con la mirada gacha y las manos en los bolsillos.

Al llegar quiero hablar con mi padre, pero no es horario de llamadas. Me acuesto en mi cama, me enrollo en las sabanas hasta que caigo en brazos de Morfeo.

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Nota: la parte en negrita y cursiva del tercer párrafo es lo que Five recuerda, lo demás no y en el cuarto párrafo pone todo lo que recuerda formando una frase. Por si alguien no lo había entendido

Hola, otro capítulo más de drama que pronto se resolverá, o se hará una bola más grande.

Espero que les esté gustando la historia, esta vez actualicé más rápido porque tenia más inspiración. No se acostumbren porque voy a empezar clases y estaré un poco más ocupada.

Gracias por seguir aquí. 

Rivalidad (Glitch Techs)[finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora