•Perdido En Tus Ojos• LS.

LVII

Capítulo 57. 

Domingo. 7:16 PM 

—¡¿Por qué no me crees?! —. Shawn gritó, haciendo sobresaltar al irlandés. 

Estaban en una habitación de hotel; después de que Niall esperara casi por seis horas en San Francisco, por Shawn, el cantante había llegado, y lo primero que le había pedido fue que fueran a un lugar más privado para hablar. 

La tensión se había sentido en el aire desde la primera vez que sus miradas se encontraron, y cuando el modelo intentó explicarle el motivo de su partida, las cosas simplemente empeoraron. Para Niall era difícil creer lo que le decía, no comprendía como alguien como él podía ser manipulado por su padre, ni mucho menos, que lo haya tenido cautivo en su propia casa, y haya dejado su fortuna, esas cosas sólo pasaban en libros, no en la vida real, eso era lo que creía él. 

—¡Escucha lo que estás diciendo! Entiendo lo de las mujeres que tu padre enviaba y el porqué, pero no puedes decirme que me dejaste sólo porque tu padre te obligó. Eres un hombre, no un niño, por amor de Dios —. Sentía sus ojos arder, pues no esperaba que por aquella razón tan ridícula, le habían roto el corazón.

—¿Entonces me estás acusando de mentiroso? ¿Y de que tengo la culpa de esto? —. Soltó en un tono burlón —¡Yo no lo quería, pero cometí el error de dejarme influenciar por mi padre! ¿Es tan difícil de entender? —. 

—No estoy diciendo que seas un mentiroso, pero siento que estas dejando fuera la verdad—. Se talló lo ojos, intentado que las finas gotas de agua no corrieran por sus mejillas —Ni tampoco estoy diciendo que eres el culpable de esto, porque no tengo pruebas de que me estás mintiendo —. 

—Pero si te estoy diciendo la verdad, Niall —. Su voz se quebró de repente, dejándose derrotar finalmente por el sentimiento que lo embargó desde el día anterior.

—Si estás diciendo la verdad —. Comenzó, sintiendo su corazón arder al ver al castaño llorar —¡Es una locura que dejaras toda tu fortuna! ¡Que dejaras todo sólo por mí! ¡¿Cómo pudiste siquiera hacerlo?! ¡Yo no soy nadie en este mundo, no tengo nada que ofrecerte, eres un tonto! —. Soltó, sintiendo sus mejillas empaparse despacio.

Esa era la verdadera razón por la que no podía creer en las palabras del chico, no creí ser suficiente como para compararse con una fortuna.

El silencio llenó la habitación. Ambos se miraban con los ojos rojos, y las mejillas húmedas, sintiéndose rotos y miserables.

Shawn fue quien rompió la conexión, mirando el suelo con pesar.
—Bueno, tal vez soy un tonto por ti —. Soltó con firmeza antes de volver a verlo.

Niall apretó la mandíbula, en un intento de reprimir el sentimiento que le causaron sus palabras; sintiendo sus ojos volver a llenarse de agua, y su nariz arder.

El castaño se acercó despacio, y acarició con cuidado su rostro cuando lo tuvo al frente. 
—Sé que debí saberlo desde el comienzo—. Admitió —Pero... ¿Es demasiado tarde para decirte que todo significa nada, si no puedo tenerte, Niall? —. El aludido apartó la mirada, alejándose de su toque, provocando que sus lágrimas cayeran por accidente. Shawn lo miró con tristeza, sintiendo que tal vez lo que tenían se había terminado —Eres... tú eres el amor que no puedo dejar ir, Niall, ¿No puedes entender eso? —.

El ojiazul lo miró, encontrando su mirada al instante. Ni siquiera necesitó más tiempo para saber que era él con quién quería dormirse y despertarse cada día.

Acortó la distancia y lo besó; demostrándole cada uno de los sentimientos que había estado reprimiendo durante todo ese tiempo. Lo besó con cuidado, mientras sentía las manos ajenas aferrarse a su cintura, él rodeó su cuello con sus brazos, disfrutando de la situación tanto como podía.